La OTAN es una organización de defensa conjunta basada en el establecimiento de una organización militar internacional que aunaba el esfuerzo bélico y de inteligencia de las naciones que se fueran sumando.

Quedó constituido con el Tratado de Washington de 1949 con el cual Estados Unidos, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Holanda, Reino Unido, Portugal, Italia, Islandia, Luxemburgo, Francia y Noruega crearían una estructura internacional cuya función era contener militarmente un ataque soviético a los países de Europa Occidental. Al mismo tiempo la OTAN fue reforzada con la Unión Europa, que sirvió como colchón de seguridad para protegerse de las actividades políticas de los grupos comunistas de Europa.

Toda Europa Occidental, salvo Suiza y Austria, forman parte de la OTAN. Esta organización, que es una superestructura, fue concebida para la contención de la URSS, de ahí que su teatro de operaciones básico fuera Europa y los territorios ocupados por Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial, ya que la OTAN estrechó lazos con otros aliados no OTAN.

Esta organización avaló la famosa «Operación Gladio», consistente en la creación de una red clandestina de combatientes anticomunistas, estos grupos paramilitares debían de estar listos para contener una invasión soviética, pero cuando el gobierno de Moscú se negó a realizar una invasión armada del resto de Europa, la red Gladio, los ejércitos secretos de la OTAN iniciaron una campaña de guerra sucia, terrorismo y ataques de falsa bandera a fin de generar el miedo en la población y manchar la imagen de los partidos comunistas que, como es obvio, tenían enlaces con el Kremlin, con esta estrategia se les desprestigiaba ante la opinión pública.

En territorio no OTAN como Japón, Taiwan, Filipinas, Tailandia y Corea del Sur se establecieron alianzas para el control de los movimientos comunistas de la URSS, Corea del Norte y China, así como su contención en el sudeste asiático, cosa que fue infructuosa ya que, incluso con el apoyo de Tailandia y Estados Unidos hacia el régimen de los Jemeres Rojos frente a los vietnamitas, estos lograron derrotar a los maoístas camboyanos y establecer un modelo soviético en la Camboya bajo ocupación de Vietnam.

En el centro de Asia su gran aliado es Pakistán y, ahora la Afganistán ocupada, en Oriente Medio es Kuwait, Qatar, Israel y Jordania y en África, Marruecos, Túnez y Egipto. En estos casos Pakistán y Afganistán sirvieron para frenar a los soviéticos en la Guerra de Afganistán, de nuevo la lucha contra el comunismo, y en el apoyo a los talibanes pero, también, Pakistán aprovechó su posición como aliado no OTAN para reforzar su posición frente a la India y China.

El estatus de Pakistán le permitió ganar influencia en el centro de Asia y rivalizar con Irán, que sería muy provechoso después de la Revolución iraní. En Oriente Medio existían varias razones, la primera es la protección de sus aliados frente a los ataques de las naciones árabes de alrededor y la contención tanto del socialismo como el panarabismo nasserista, como ocurrió en el norte de África también.

Ni que decir tiene que las funciones de la OTAN en estos países alrededor del mundo consistía en el control de estos puntos estratégicos y en la vigilancia, frente a todo tipo de eventualidades dañinas para la alianza, de cualquier fenómeno en la región más allá de la simple lucha contra el aumento de poder de la URSS.

En América Latina sólo tienen un aliado: Colombia, que es un estado asociado a la OTAN.

Fin de la URSS

El fin de la URSS obligó a la OTAN a replantearse su situación, o se disolvía o se reinventaba. La Rusia post soviética de Yeltsin era un caos y no representaba una amenaza debido a que no tenía poder de oposición real, de modo que la OTAN tenía carta blanca frente a los países, podían actuar con total impunidad.

En primer lugar se replanteó sobre varias bases:

• La OTAN es una organización instrumental de influencia Occidental en lo general y estadounidense en particular;
• El aumento de la influencia de la OTAN en el mundo es positiva para todas las naciones que forman parte de la misma;
• Para asegurar el predominio de Occidente la OTAN debe actuar rápido para ocupar las posiciones estratégicas que otorguen predominio internacional a nivel global y regional para la salvaguarda de sus intereses en el vecindario geográfico y la de sus aliados en la región, sean aliados OTAN o no OTAN;
• Medidas de presión contra estados cuyo desarrollo y sistema diplomático internacional sea molesto, como el caso de China o Rusia;
• La proyección de la OTAN en las regiones debe verse como un primer paso para la irradiación de la influencia en la región y para ello es necesario reforzar las posiciones militares en la región y de inteligencia interna dentro del grupo y externa hacia las naciones «opositoras».

En muchos casos, como ahora en Siria, se usa la estrategia de guerra sucia e infiltración de elementos foráneos para provocar la desestabilización del enemigo sin tener que intervenir directamente, sistema heredado del modelo de la Operación Gladio, con esto se cambia el gobierno por uno acorde a las necesidades de la OTAN proveyendo de material militar y de inteligencia a los nuevos gobernantes a fin de reforzarles.

Balcanes

Tras la caída de la URSS la zona de influencia de Rusia quedó finada a su propio país y a su enclave en el Óblast de Kaliningrado y en Transnistria, en Osetia del norte y Abjasia en el Cáucaso y la Serbia post yugoslava.

En este momento la Rusia de Yeltsin, y más tarde la de Putin, basaría su política de influencia no en el control dictatorial de Moscú sobre las demás naciones y países, como ocurrió en la URSS, sino en el hermanamiento basado en el paneslavismo y en las tradiciones culturales y religiosas así como las vinculaciones lingüísticas e históricas.

La OTAN, en la dura década de los noventa y en la primera década del 2000, se aseguró cercenar las posibilidades de aumento de poder ruso en Europa a dos velocidades, la otanista y la europeísta:

• Disolución de Yugoslavia;
• Establecimiento de bases estadounidenses en los Balcanes (en caso más célebre Camp Bondsteel) en Kosovo;
• Facilidades para la integración en la Unión Europa de Repúblicas ex Yugoslavas (Croacia y, en breve Bosnia);
• Debilitación de Serbia con el apoyo a la independencia de Montenegro y Kosovo.

 

La OTAN es consciente de las vinculaciones serbo-rusas, de modo que Serbia era el gran enemigo. Una Serbia unida en un momento de levantamiento de Rusia es un peligro para las aspiraciones de dominio del continente debido a su situación en el corazón de Europa y los balcanes y, muy inteligentemente, fueron capaces de explotar las diferencias regionales.

Los croatas se vinculan a Europa y son católicos, ya están en la Unión Europa por lo que es zona segura; Bosnia es un país islámico y se vincula con Turquía (miembro de la OTAN), Serbia es eslavo y ortodoxo por lo que el eje central de su cultura se encuentra en Rusia, debido a la imposibilidad de evitar un aumento de la influencia rusa en el futuro (como ocurre ahora), la OTAN decidió diseñar en los noventa, ante la impotencia de Rusia, la debilitación de Serbia.

Tras la ocupación se produjo la progresiva debilitación con el apoyo a la independencia de Montenegro y Kosovo, aliados no OTAN y de Europa, de tal forma que se cortaba la hierba bajo los pies de una eventual futura Rusia fuerte. Hoy Vladimir Putin tiene en Serbia un gran aliado, pero Belgrado es incapaz de ofrecer una plataforma efectiva para la proyección del poder ruso.

Europa del este

Europa del este ha generado muchos más problemas, tanto a Rusia como a la OTAN, es la zona de influencia natural de Rusia, su patio y zona de confort y seguridad. Las vinculaciones históricas están ahí, pero durante los años noventa (después de que la administración Bush padre asegurara a Gorbachov que no ampliarían la OTAN hacia el este, la promesa fue rota).

Se diseño un proceso a dos velocidades en los años noventa que tenía que generar los siguientes resultados:

• Atracción de las naciones del ex bloque soviético a la UE;
• Establecimiento de hojas de ruta para el cumplimiento rápido de los requisitos para entrar a la Unión Europea;
• Expansión paralela de la OTAN a esas regiones;
• Arrebatar a Rusia su cinturón de seguridad en las naciones del este de Europa y reconvertirlas en un muro Europeo pro OTAN.

Para eso se inició toda una obra de ingeniería social y diplomática encaminada a retrasar a Rusia en su lento crecimiento y acelerar el desarrollo de estos países y, en caso de no aceptar, establecer un plan B basado en la intervención directa en los países para evitar la influencia rusa y, en su caso, provocar violentos cambios de gobierno que aseguren los procesos de influencia otanista, esto se dio en Ucrania y desembocó en la Guerra de Novorussia.

El fiasco ucraniano no ha permitido asentar a la OTAN y a la Unión Europea en Kiev de forma directa, lo cual habría sido una ventaja ya que estarían en la frontera rusa, Moscú salió ganando recuperando Crimea y reforzándose con la creación de un nuevo estado, Novorussia, que sirve de colchón a Rusia y de refuerzo contra una Ucrania pro occidental cerrando el cerco por el este con Novorussia y por el oeste con Transnistria (donde Rusia posee soldados desplegados).

Como contraste, la OTAN obtuvo grandes victorias logrando influencia en los estados del Báltico, que lograron asegurar su integridad frente a una eventual invasión rusa. Polonia y República Checa instalaron el sistema antimisiles y un radar respectivamente que daba primacía a la OTAN en el centro de Europa.

Oriente Medio

La OTAN se ha caracterizado por la injerencia en los asuntos internos de los estados molestos. La gran oportunidad de intervención directa sin obstáculos socialistas se produjo con la Guerra del Golfo.

La estrategia es la debilitación de estos mediante sanciones, presiones diplomáticas, amenazas e intervenciones militares basadas en falsa inteligencia, como ocurrió en Iraq en el año 2003, pero también en el refuerzo de sus aliados no OTAN, Israel, Qatar, Kuwait o Arabia Saudí y en su aliado OTAN, Turquía.

El objetivo ha sido el control de las rutas de suministro marítimo en el golfo pérsico con la instalación de bases estadounidenses, así como la contención de la influencia rusa y china en la región, pero sobre todo en el trabajo para desestabilizar y aislar a Irán, Siria y Hezbollah, enemigos del sistema otanista occidental.

Esto refuerza a Israel, cuyo servicio secreto es uno de los más importantes dentro del organigrama de la comunidad de inteligencia de la OTAN.

La primavera árabe significó la excusa perfecta para la intervención política, en algunos países, y militar en otros, todo a través de aliados interpuestos. Hablamos de la Guerra de Siria e Iraq y de la Guerra de Yemen, pero también en el apoyo a la represión de los chiítas saudíes y bahreiníes.

La operación Atalanta significó el refuerzo de la presencia occidental en el estrecho de Adén con la excusa de la lucha anti piratería y anti yihadista, pero también ha funcionado a la hora de acusar y cercar a Yemen y a la milicia Ansarullah, cuya victoria significaría la proyección ruso-iraní en la zona, reforzada por la presencia de la primera base militar china en Djibouti, frente a las costas árabes, en el Mar Rojo.

 

 

Cáucaso

La presencia de la OTAN en el Cáucaso, una subregión al norte de Oriente Medio ha cercado a Rusia en la región ya que tanto Georgia (con quién comparte territorio) como Armenia y Azerbaiyán son países asociados.

Durante la Guerra de Chechenia la OTAN estuvo al lado de los islamistas hasta que el 11S cambió la imagen que se tenía de estos grupos.

Es más, el país más vinculado a la OTAN es Georgia, esto es en respuesta al apoyo que Moscú ha dado a los gobiernos, independientes de facto, de Abjasia y Osetia del Sur. De hecho hubo una guerra entre Rusia y Georgia por esta cuestión en el 2008. Las tropas de Estados Unidos estaban en el país caucásico entrenando a las tropas georgianas y Washington declaró que sus soldados debían de abstenerse de la lucha.

Tras esta guerra los lazos Tiflis-Washington se estrecharon.

Pacífico-Índico

La OTAN ha ido desplazando su poderío de Europa, que está asegurado para los intereses atlantistas, y de Oriente Medio, cuya situación beneficia a esta organización, para centrarse en patrullar las aguas del Océano Índico y del Pacífico, ¿por qué?.

Estados Unidos llama al siglo XXI El Siglo Pacífico, debido a que las transacciones comerciales y financieras ya no vienen de las dos orillas del Atlántico sino de las dos orillas del Océano Pacífico. El comercio USA-China mueve cientos de miles de millones al año y, mientras USA está perdiendo fuelle, China se está reforzando en el comercio exterior.

Para China sus grandes socios comerciales y estratégicos están en América Latina y África. El continente negro por el suministro de hidrocarburos y energía, el trabajo de Pekín en África es un trabajo de diplomacia estratégica para asegurarse recursos naturales necesarios, de ahí el tratamiento del Océano Índico como calle de agua, el Pacífico sur también. Los acuerdos financieros y comerciales chino-latinoamericanos son estratégicos y más ahora con la creación, a instancias de China, del Canal de Nicaragua o los acuerdos con Ecuador o Brasil.

La OTAN, para mantener el poder de los Estados Unidos, el núcleo duro de la organización, necesita proyectarse en estas zonas y generar tensión, de ahí la estrategia de Estados Unidos, a través de Afganistán, para reforzar a los islamistas uigures chinos, el uso de Japón para tensar la situación usando unas islas de soberanía discutida o los problemas de aguas territoriales con Filipinas o Vietnam. Todo usado por Washington para evitar un correcto desarrollo de las actividades chinas.

En todo caso, la OTAN se ha mostrado como uno más de los apéndices de poder estadounidense a través del sistema multilateralista, que tantas alegrías ha dado a Estados Unidos.

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