Irán-China: petróleo, economía y estrategia en Oriente Medio

Los tira y afloja de Estados Unidos y China por la guerra comercial, que se ha profundizado tras las acusaciones de Washington a Pekín por la creación o gestión del COVID19- tiene un punto mucho menos conocido que es el papel que juega Irán y China en el comercio de crudo mundial. El precio del petróleo ha sufrido unos duros golpes en el último año, las tensiones dentro de Arabia Saudí para producir más y hundir los precios como forma de presión a sus enemigos regionales (especialmente Irán) y a Rusia han dañado a Teherán.

La salida de Rusia de la OPEP y el aumento en la producción de petróleo por parte de Moscú, la caída, por primera vez en la historia, del West Texas Intermediate (el petróleo de referencia de Estados Unidos) por debajo de los 0$ o la caída de la demanda petrolífera ha hecho que países que dependen de la producción de este recurso tengan problemas para enfrentar los próximos meses si no se resuelve la situación y vuelve pronto la demanda.

Las reservas de Estados Unidos, Arabia Saudí o Irán están al máximo, sin embargo este último país tiene un grave problema: la firma del acuerdo nuclear con Barak Obama que prometía el fin del programa nuclear y el levantamiento de las sanciones acabó con la llegada de Donald Trump que dio marcha atrás y aumentó las sanciones que amenazaban a Irán con buscar una reducción de sus exportaciones a 0.

En el mercado interno Irán ha sido duramente golpeado por el COVID19, de ahí que la demanda dentro de sus fronteras haya caído y exista un grave problema en las cuentas. La situación viene de lejos ya que la producción pasó de 3,8 millones de barriles por día a 2,2 millones de bpd en julio y las exportaciones de 2.3 millones de bpd a aproximadamente 700.000 bpd, una cantidad irrisoria.

Sin embargo China, necesitada de petróleo, tiene en Irán a su gran aliado geoestratégico no sólo en Oriente Medio sino en el Centro de Asia. Las relaciones comerciales son muy positivas. Gran parte de estas exportaciones iraníes van a China, que las importa por vía terrestre y marítima desafiando el programa de Estados Unidos que ve tres grandes problemas en esto:

  • Incapacidad para imponerse frente a China o países apoyados o con buenas relaciones con Pekín;
  • Irán sigue exportando y evadiendo las sanciones internacionales;
  • China se refuerza.

Esto provoca que China sea, en lugar de Europa, el gran consumidor de Irán en materia de hidrocarburos, un puntal básico en una economía como la iraní que aunque está diversificada depende demasiado del petróleo y debe luchar contra cuatro factores, el cuarto temporal:

  • El mercado externo reducido que debe suministrar por las sanciones y que necesita para equilibrar su balance económico;
  • El exceso de petróleo en sus reservas;
  • La bajada de precios que enfrenta por parte de Arabia Saudí y que afecta especialmente a Irán, que vende por debajo de ese precio su petróleo a China para hacerlo más atractivo a Pekín;
  • La falta de demanda por el COVID19

Rusia no le hace ningún favor a Irán con la aceptación del reto de Arabia Saudí y la intención de Moscú de poner más petróleo en el mercado, sin embargo el Brent, el petróleo de referencia de la UE aguanta y, si logra llegar por encima del umbral de los 75$/barril haría daño a la economía de Estados Unidos. De hecho mientras el West Texas Intermiediate estaba bajo 0, literalmente, el Brent se mantuvo por encima de los 20$.

Sin embargo China e Irán sellaron un pacto en 2016, la «asociación estratégica integral» por la cual Irán vendía el petróleo a China por debajo del precio de mercado, como hemos visto. Este descuento es de un 20% del precio de barril y el pago, para evitar las sanciones internacionales, prescinde de los dólares estableciendo una relación comercial basado en el yuanes (la moneda de curso legal en la República Popular de China) lo cual puede dañar mucho a los saudíes ya que un descuento del 20% sobre el comercio del 2% del petróleo mundial podría hacer mucho daño a Arabia pero también a las cuentas vinculadas al petróleo de Estados Unidos y Rusia.

Todo esto unido al proyecto, ya acabado, de la red ferroviaria que une Pekín y Teherán y que refuerza esta alianza de beneficio mutuo. Este beneficio, por parte de China implica el despliegue de 5.000 miembros de la seguridad china en Irán, una inversión de 80.000 millones de dólares en mejora y modernización de instalaciones en territorio iraní y la protección de los buques iraníes por parte de China en los trayectos del Golfo Pérsico hasta las costas de China.

Esto genera un beneficio inestimable para Irán por lo siguiente:

  • Obtiene importantes beneficios asegurando un mercado externo estable como es China y que se irá ampliando del petróleo a otros campos;
  • Logra inversión para modernizar las instalaciones de su estado;
  • Obtiene protección militar de China vía marítima y en el terreno que disuade de diferentes ataques ya sea por parte de Israel, Estados Unidos o Arabia Saudí;
  • Las relaciones comerciales mantienen la soberanía interna de Irán y no le obliga a aceptar acuerdos o límites a sus proyectos (especial mención a la energía nuclear).

Para China es otro gran beneficio:

  • Los líderes chinos son conocedores de que llegar a acuerdos con Estados Unidos no va a ser posible, que la guerra arancelaria no tiene visos de solucionarse y no se va a poder alcanzar acuerdos estables de ahí que se pongan en marcha en la lucha por sus propios intereses;
  • Irán es un pivote geoestratégico para China en Oriente Medio ya que, a través de Teherán, el llamado bloque chiíta puede ser una manera efectiva de expandirse por la región; sobre todo aplicando su modelo «Deal + Construction» en unos países donde los recursos que necesita China están disponibles pero que, al mismo tiempo, están cansados de la situación de pobreza e inestabilidad a lo cual China ofrece dinero, mercado externo seguro y estable para las exportaciones, seguridad y grandes obras de mejora de infraestructuras sin ningún compromiso extra-comercio; sobre todo teniendo en cuenta que China tiene grandes inversiones en el Mediterráneo Oriental – Balcanes y necesita estabilizar un tramo en Oriente Medio;
  • Los acuerdos que hace China tienden a desplazar al dólar y sustituirlo por el yuanes pudiendo crear un gran bloque económico líder en competición directa con el dólar.  

Este último bloque tiene en Rusia un importante valedor ya que Moscú está empezando a estudiar la posibilidad de iniciar la emisión de bonos en yuanes y abandonar el dólar.

En definitiva; la estrategia China con Irán está entorpeciendo las sanciones de Estados Unidos contra el país que, todo sea dicho, cumplió escrupulosamente con su parte del acuerdo nuclear y que, al mismo tiempo, podría volver a reactivarlo pero sin el aval de la confianza en unos Estados Unidos cuya política de acoso contra Irán para obligarles a negociar y luego romper esas negociaciones ha dañado la credibilidad de Washington frente a la Comunidad Internacional y la confianza, en este escenario, es vital. (Foto: Wikimedia Commons)

Por: Koldo Salazar López

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