El pueblo Ayar es uno de los pueblos que conforman el entramado del estado de Georgia donde conviven: georgianos, osetos, ávaros, abjasios y ayares son los pueblos más importantes de este país; los ayares, al contrario del resto de Georgia, eran mayormente musulmanes y viven en la zona sudoeste del país, en las regiones fronterizas turcas.
La razón se encuentra en la conquista e islamización de estas latitudes por el Imperio otomano en la cual otros pueblos como los chechenos o daguestaníes serían convertidos al Islam. Los ayares se mantuvieron fieles al Islam durante la era otomana e imperial rusa, que se apoyaba en las estructuras eclesiástica de las iglesias ortodoxas de la zona (la Iglesia Georgiana es independiente de Moscú al ser autocéfala y es la iglesia nacional de los cristianos de Georgia).
Durante la Era Soviética confluyó en la región, que linda con la República de Turquía, el ateísmo de estado comunista y el laicismo de estado de Ataürk y sus sucesores por lo que una vez caída la URSS y con el resurgimiento del nacionalismo y el tradicionalismo vinculado a cuestiones identitarias como la cultura, la lengua, el arte o la religión, los ayares eran musulmanes mal formados, sin una referencia en Turquía o, en su mayoría, ateos.
La fuerza del nacionalismo georgiano fue tal que la Iglesia Ortodoxa Georgiana (como las de Rusia, Ucrania o Rumanía) tomaron un poder que no se había visto desde la era presoviética y aquí entra el pueblo Ayar.
A pesar de los esfuerzos realizados por la Turquía de Erdogan de volver a reconvertir a los ayares al Islam. El tema es que la salida del Islam y las conversiones en masa es un tema tabú entre los fieles al Islam en el país; tanto para los sunitas chechenos o daguestaníes del norte, los meskh del oeste o los chiitas azeríes del este. Lo cierto es que el 75% del total de musulmanes de 1991 se ha convertido al Cristianismo.
Incluso se han dado muchos casos de sacerdotes ortodoxos georgianos que nacieron musulmanes o, incluso, en familia con una gran tradición religiosa islámica como el caso del rector del seminario de Batumi cuyo abuelo fue un sheij que estudió en Estambul. A pesar de que el metropolita (líder cristiano ortodoxo) Dimitri comenta que hubo pueblos en 1991 en los que en un día hasta 5.000 ayares (entre musulmanes y ateos) se convertían al Cristianismo Ortodoxo habiendo zonas rurales que pasaron de ser totalmente islámicas a cristianas.
Además, a pesar de ciertos intentos, el radicalismo yihadista no ha penetrado entre los pocos ayares que continúan siendo musulmanes así como entre las otras comunidades islámicas del país a pesar de los intentos por parte de Turquía, Qatar o Arabia Saudí enviando predicadores que no han logrado ni hacer volver al Islam a los ayares conversos al Cristianismo ni radicalizar a los musulmanes naturales georgianos.
Las Mezquitas se convirtieron en Iglesias y algunos miembros prominentes de la antigua comunidad islámica pasaron a ser dirigentes locales de las nuevas comunidades cristianas en la zona. El estado georgiano de entonces no hizo ningún esfuerzo por convertir a las masas al cristianismo pero puede que la «conversión» al Cristianismo desde el ateísmo soviético de Eduard Shevardnadze cuando pasó de Ministro de Asuntes Exteriores Soviético a Presidente de la Georgia independiente.
Este acto inspiró a muchos georgianos a seguir su camino y convertirse al Cristianismo Ortodoxo; esto incluía a los cristianos no practicantes, ateos y musulmanes. La convivencia, a pesar de la pérdida del 75% de la población islámica ayar, que se ha convertido al Cristianismo, sigue siendo pacífica e incluso existe una madrasa aún activa donde los ayares musulmanes, cada vez menos, estudian y hablan en turco ya que los meskh, una étnia turca de Georgia, sunitas y de escuela Hanafí, siguen en la región occidental, mientras que los azeríes, chiitas y de escuela Ashariyah, siguen en el este del país. (Foto: wikipedia)