Apartheid contra los chiitas en Egipto

La situación de los chiitas en el mundo islámico es preocupante, especialmente en países como Arabia Saudí o Egipto. En este caso hablaremos del país del Nilo por sus abusos contra la población civil egipcia que practica la rama chiita del Islam. Curiosamente los sunitas en países mayoritariamente chiitas (como en Irán o Azerbaiyán) no son perseguidos pero los chiitas en estos países sí ¿por qué?.

En primer lugar porque después del proceso de normalización del mundo islámico este fue asaltado por parte de las ideologías salafista y wahabista que hacen takfir contra los musulmanes chiitas en sus países y alrededor del mundo y Egipto no es una excepción.

Las fuentes arrojan datos diferentes sobre el número de chiitas en Egipto. Las comunidades chiíes dicen que son cerca de un millón de seguidores mientras que los salafistas egipcios  declaran que apenas son unos miles. El periódico The Economist, en un estudio, arrojó una horquilla de entre 50.000 y un millón de chiitas en el país del Nilo.

Sin embargo, a pesar del número, la realidad es dura para ellos ya que están sometidos a un apartheid social por el cual se les excluye y deniegan servicios básicos por parte de la administración del estado y son perseguidos constantemente por las autoridades religiosas sunitas, especialmente por los imames y sheijs salidos de la universidad de Al Azhar de El Cairo. Esto ha llevado a esta comunidad a ser perseguida e insultada por parte de la masa sunita, realidad que también viven los cristianos en Egipto.

Particularmente se dirigen a ellos con palabras duras y humillantes y se les acusa de herejía o blasfemia. Particularmente los clérigos de la universidad de Al Azhar, que tienen un gran prestigio entre la población egipcia e islámica en general, colaboran en este apartheid llamándoles infieles y alentando los ataques y la discriminación contra ellos, de hecho por estas acusaciones muchos chiitas estaban siendo condenados por blasfemia.

La época más dura de los chiitas en Egipto viene desde el año 2011 hasta el año 2013. En esos momentos la policía egipcia abordó la mezquita de Al Hussein, una mezquita chií en El Cairo y atacó a los musulmanes que allí estaban llevando a cabo los rituales del Islam chiita relativos a la festividad de Ashura. Por esto la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional continúa etiquetando a Egipto como «un país de especial preocupación» en términos de violaciones sistemáticas de la libertad religiosa.

En 2012 el Gran Imán de Al-Azhar Ahmed El-Tayeb se reunió con fuerzas islamistas, entre ellos los Hermanos Musulmanes, y protestaron por la presencia de chiitas al mismo tiempo que condenaban y avisaban de que no iban a permitir el crecimiento del chiísmo en Egipto.

El caso más trágico se produjo en el año 2013 cuando, tras los momentos de revolución y contrarevolución, la propaganda terrorista wahabista se hizo fuerte en Egipto y provocó el asesinato de Hassan Shahhata, un ex líder sunita que fue muy importante en el ejército egipcio pero que en la década de los años noventa se convirtió al Islam chií después del soñar con el Imam Alí y varios de los Sahaba (primero seguidores de Muhammad).

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El Sheij chiita Hassan Shahhata, asesinado por una turba wahabista en Egipto

Eso le llevó a la persecución y, primero, a la detención en el año 2009 (en la época de Hosni Mubarak) junto con 306 de sus seguidores tras dar un discurso en el que criticaba el poder de los fundamentalistas y los radicales islamistas en Egipto. Sin embargo, en el año 2013 (en la época de Mohamed Mursi), en la localidad de Zawyat Abu Musalam en Giza, su casa fue rodeada por militantes wahabistas y salafistas y que le lincharon hasta la muerte junto con otros tres seguidores sin que las fuerzas de seguridad egipcias intervinieran. Sus cadáveres fueron arrastrados por las calles del municipio.

La directora adjunta de programas de Medio Oriente de Amnistía Hassiba Hadj Sahraoui, dijo el 25 de junio de 2013: «Las autoridades egipcias deben ordenar de inmediato una investigación independiente e imparcial sobre el asesinato de los cuatro hombres, y enviar un mensaje claro de que se están realizando ataques e incitando a la violencia contra los chiítas». 

El 13 de junio de 2015 (en época de Abdelfatah al Sisi), los tribunales egipcios condenaron a 23 personas a 14 años de prisión por el asesinato de Hassan Shahhata y sus tres seguidores. Otros ocho acusados fueron absueltos.

Desde el año 2017 las ONG internacionales siguen denunciando la situación de los chiitas en Egipto. Aún los chiitas no pueden practicar sus rituales abiertamente. (Foto: Wikimedia Commons)


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