Cuando Oriente Medio cayó bajo el dominio británico y francés comenzaron a darse una serie de nacionalismos que acabaron convirtiéndose en minoritarios frente al empuje del Panarabismo árabe naserista y baazista. Sin embargo esa hegemonía que durante décadas en Europa se pensó que era total y definía a toda una región, se demostró que no era tan hegemónica ni tan aceptada, de hecho se dieron una serie de contra ideologías identitarias basada en la exaltación del hecho diferencial cultural, religioso, étnico, histórico o lingüístico. Aquí hablamos hace tiempo del asirianismo del norte de Irak pero hoy hablaremos del fenicismo libanés.
El fenicismo, como toda ideología nacionalista, busca establecer un nexo de unión entre los antiguos habitantes de la costa libanesa (los fenicios, fundadores de ciudades como Cartago en Túnez o Cádiz en España) con la moderna población libanesa. Por lo que esta ideología de base busca el hecho diferencial con el mundo árabe identificado también con el mundo islámico a modo de espejo. En el panarabismo se establece un modelo de cultura árabe cuyo objetivo es desarrollar una identidad propia y, al mismo tiempo, arabizar a colectivos no arabizados.
A nivel político-social esta idea panarabista está dirigida por una élite árabe. Como reacción a eso en el Líbano se usó el fenicismo como una ideología-dique que contrarrestara la ideología panarabista, especialmente la ideología del Baaz que se estaba consolidando en Siria e Irak por la influencia del naserismo egipcio que, al mismo tiempo, era una amenaza ideológica hacia el Líbano durante la época de la República Árabe Unida (1958-1961).
El Judaísmo siempre había estado, de un modo u otro, presente en el Líbano como elemento cultural minoritario pero cuando en la era del Imperio Romano el Cristianismo fue reemplazando las religiones paganas de la costa libanesa y la población se convirtió a las múltiples formas de Cristianismo, los fenicistas ven en esto la segunda etapa de consolidación nacional. La étnica, mitológica y lingüística en la era pagana y religiosa y cultural en la era cristiana hasta la invasión árabe, sin embargo la reflexión del fenicismo se basa en el hecho de que ha existido una continuidad entre antes y después de la invasión árabe.
Sin embargo aquí es donde se produce la gran problemática del fenicismo libanés. La mayor parte de seguidores de esta ideología son cristianos maronitas (Católicos romanos), cuyo lugar de origen está en las montañas del Líbano, lejos de la costa…mayoritariamente musulmana o cristiana ortodoxa. En este caso, por ejemplo, los críticos al fenicismo dicen que los maronitas no tienen derecho a proclamarse descendientes de los fenicios ya que este era un pueblo eminentemente costero y no de montaña.
El fenicismo, por lo tanto, consistiría en nada más y nada menos que una ideología nacionalista con doble función: parar el panarabismo arabizante que, más tarde, se empezó a demostrar cada vez más islamizante a nivel social y cultural (el caso del giro religioso que da Sadam Hussein en los años ochenta o, de forma similar, el uso religioso que da Hafez al Asad a la religión durante los ochenta también).
Debido a esto el objetivo es retener el poder de la mayoría cristiana (una mayoría muy simple de apenas un 55%), sin embargo esta población cristiana representa una alta proporción de población urbana y élite sociocultural y política frente a las masas musulmanas más pobres que, al mismo tiempo, han caído en la ideología panarabista (ya una minoría) cuando no islamista (seguidores de Hezbollah etc…), de hecho el partido sunita de Saad Hariri define su nacionalismo libanés en términos árabes y laicos (un nacionalismo libanés tipo) de centro-derecha y liberal en lo económico.
Frente a esto el movimiento islámico Hezbollah que define el nacionalismo libanés en términos religiosos. Sin embargo el fenicismo, como respuesta a ellos (como en su tiempo al arabismo) se ha tornado en la ideología dominante entre los partidos y las comunidades cristianas, especialmente los partidos Falange Cristiana Libanesa (Kataeb), el partido Fuerza Libanesa y el Partido Nacional Liberal. Algunos de estos partidos son seculares pero la mayoría de sus votantes son cristianos y muchos de ellos aceptan la ideología fenicista como parte de su ideología de partido. De hecho uno de los grandes fenicistas de la segunda mitad del siglo XX fue el jefe de la Falange Cristiana Libanesa Bashir Gemayel.
En definitiva que podemos definir el fenicismo como una ideología nacionalista identitaria que responde y busca hechos diferenciales para defender a las comunidades cristianas del país de las revoluciones arabizantes y, más tarde, islamizantes que se dan en Oriente Medio mediante el uso político de la historia y la etnicidad (un estudio ha demostrado que los libaneses hoy comparten el 90% de su genética con los antiguos fenicios y cananeos, sin diferencia de religión) sin embargo esta ideología ha servido a los grupos cristianos como dique para evitar su asimilación con el resto de la cultura regional.
En este sentido la ideología fenicista entre los cristianos tuvo un notable auge durante la guerra civil pero, también, frente a grupos de izquierda que pretendían realizar una revolución socialista en el país para modernizarlo siguiendo el modelo soviético, muchos de estos partidos estaban compuestos por libaneses cristianos, por lo que la respuesta convirtió al fenicismo en una ideología enfrentada también a elementos de izquierda por lo que más que un movimiento nacionalista o patriótico podemos definirlo, en estos términos, como una ideología identitaria que responde a un perfil ideológico y religioso común que son los cristianos del Líbano, la élite de la sociedad libanesa durante décadas.
En paralelo, algunos sectores de abierta ideología ultranacionalista desea no sólo convertir el fenicismo en Doctrina de Estado mediante una conquista del poder total del Líbano sino que tienen profundos sentimientos irredentistas para crear el llamado Gran Líbano (o Fenicia) a costa de territorios de Israel, Palestina o Siria.
El fenicismo es uno de los movimientos “neo shuubiya”, es decir, movimientos nacionalistas no árabes y, en algunos casos, no musulmanes que intentan demostrar que sus comunidades han seguido manteniendo una cultura y lengua diferente después de las conquistas árabes estableciendo un continuum sociocultural que abarca todo su periodo histórico siendo las invasiones islámicas simplemente un hecho político pero nada más, por lo que podemos concluir que son movimientos de respuesta al avance panarabista, nacionalismos alternativos e identitarios que responden a su propia percepción, en este caso, el fenicismo al ser un nacionalismo no árabe y no musulmán que se da en Oriente Medio encaja al 100% en esta definición, pero no es el único. (foto: Piqsels)