A comienzos de los años noventa se produjo uno de los conflictos que más benefició a los Estados Unidos. La Guerra del Golfo permitió a Washington apuntalar su presencia en esta región estratégica del mundo que desde los años setenta estaba intentado ser puesta bajo control; dos hitos terminarían de confirmar la necesidad de plantarse sí o sí ahí: la crisis del petróleo de 1973, que estrechó la colaboración estratégica entre Riad y Washington, y la Revolución iraní de 1979.
¿Qué mejor que instalar bases militares, ocupar y proteger esa región?, sin embargo no podía hacerse de cualquier forma, necesitaban de un pretexto y esa fue la invasión de Kuwait por parte de Sadam Hussein (en parte inducido a error por la embajadora de Estados Unidos en Irak). Esto provocó la respuesta estadounidense, el pánico en Arabia y Emiratos y la propuesta de seguridad y protección basada en el establecimiento de bases militares.
Hoy el enemigo es Irán debido a su extinto programa nuclear y sus posiciones en contra de Estados Unidos, sin embargo es su retórica antisionista, su apoyo a Siria y Hezbollah lo que le ha granjeado el odio definitivo estadounidense así como las relaciones de Teherán con Rusia.
Irán cumplió con todas las premisas establecidas en el pacto de desnuclearización acabando con su programa atómico y esperando la contraparte que consistía en el levantamiento de sanciones que vendrían muy bien a Irán, ya que podría colocar sus productos en el mercado pero también le venía muy bien a una Unión Europea exhausta que veía en Irán un socio comercial y una gran fuente de ingresos económicos. De hecho del grupo 5+1 tres países eran de la Unión Europea (Francia, Alemania y Reino Unido).
Francia y Alemania veían la oportunidad de reforzar su presencia en Oriente Medio y adjudicarse suculentos contratos al mismo tiempo que diversificar su suministro energético, por eso las tensiones entre Macron y Trump. Sin embargo Estados Unidos se niega a que los estados de la organización europea ejerzan su soberanía libremente, sobre todo fuera de sus parámetros establecidos para Europa. No hay que olvidar que Estados Unidos lleva ocupando Europa desde 1945 y ha convertido a la Unión Europea en un instrumento en sus manos, sobre todo a nivel comercial ya que pretende bloquear otros competidores y convertir Europa en su mercado exclusivo.
Pues bien Donald Trump, Presidente de los Estados Unidos actual, lleva años tensando la cuerda de la tensión con Irán pero sus concepciones de tiempo varían…Irán puede permitirse esperar ya que tiene un sistema democrático consignado bajo el poder del Líder Supremo (jefe de Estado) que tiene un cargo vitalicio mientras que los presidentes de Estados Unidos sólo tienen, como máximo, ocho años de ejercicio del poder. El tiempo corre a favor de Irán.
Sin embargo la estrategia de Estados Unidos está desgastando un equilibrio frágil en la región; sobre todo tras el intento del USS Abraham Lincoln y su flota de acceder al Golfo Pérsico. El objetivo era aumentar la presión en la región hacia sus aliados, obligando a estrechar el cerco a Irán (con España no lo logró debido a que retiró sus efectivos navales antes del aumento de la tensión) y aumentar la presión en contra del propio Irán ya que la misión no era exclusivamente una exhibición de músculo sino parte de un plan que consistía en el sabotaje del tráfico marítimo de esta región a fin de aumentar las hostilidades y culpar a Irán para justificar su presencia en la región y el aumento de sanciones y hostilidades.
Sin embargo la misión sólo ha hecho comenzar: Irán no ve necesidad de entrar en guerra con Estados Unidos pero, al mismo tiempo, declara que no va a ceder ante las presiones de Estados Unidos. Poco después de que la armada estadounidense estuviera en aguas del Golfo de Omán se iniciaron acciones en contra de diversos buques: uno noruego y otro japonés, todo al mismo tiempo que el Primer Ministro Japonés se encontraba de visita oficial en Teherán.

Áreas donde se han dado los ataques
Estados Unidos dice tener las pruebas que acusan a Irán de realizar estos sabotajes, sin embargo esas pruebas no sólo son falsas e inconsistentes sino que sería una estrategia tan estúpida por parte de Irán que no tiene cabida, sobre todo porque quién sale beneficiado es su mortal enemigo: Estados Unidos.
Esto es un caso de uso de corsarios cuya función es marítima y sabotean las rutas comerciales, y no es una estrategia nueva para Estados Unidos, que ya lo usó durante los años sesenta y setenta en el bloqueo de Cuba a través de «cubanos amistosos». Los ataques en las regiones del golfo continúan ahora.
Una de las estrategias de los Estados Unidos en este caso es rodearse de sus aliados regiones de la península arábiga implicados en asesinatos, genocidios, crímenes de guerra o terrorismo, el más ilustre es el asesino, terrorista, criminal de guerra y genocida Mohamed Bin Salmán (príncipe del nefasto reino wahabista de ARabia Saudí, responsable de todos los atentados yihadistas).
El terrorista heredero del reino wahabista ha secundado las tesis de Estados Unidos y se ha dedicado a acusar a Irán de este acto de piratería orquestado por Estados Unidos como una bandera falsa para culpar a Irán, uno de los países menos interesados en conflictos regionales y, sobre todo, en la desestabilización del golfo pérsico.
De hecho las acusaciones se basan en que algunos petroleros han sido atacados con torpedos…lo más probable que es sea falso pero si es verdad habría que ver qué diseño y clase tienen los restos del proyectil ya que seguro que nos llevaría al Pentágono o a Riad o a otros lugares de Oriente Medio.
En la región donde se produjo el ataque no había presencia iraní de ningún tipo y, aunque el ataque se llevó a cabo desde estribor, no había presencia de naves iraníes…sino que fue la armada persa la que acudió al rescate de los marineros (44 en total) que se encontraban en el buque y que lanzaron la llamada de socorro.
Estados Unidos puede usar esto para:
- Aumentar su presencia en la región y hacer más presión a Irán con el apoyo de los estados árabes del golfo y la península arábiga;
- Ampliar la operación atalanta de lucha contra la piratería desde las costas de Somalia hasta el golfo pérsico, lo cual implicaría una mayor presión contra Irán y el aumento de efectivos en la región;
- Crear una misión propia en la región apoyándose en La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 (UNCLOS), especialmente en sus artículos 100 a 107 y 110 y en las Resolución 1897 del Consejo de Seguridad ( 2009), adoptada el 30 de noviembre de 2009, con ello Estados Unidos tendría una base jurídica en el marco del derecho internacional público que le permitiría crear una coalición cuyo núcleo sería la armada estadounidense apoyada por las armadas regiones (Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Bahrein etc…) en contra de Irán, lo cual dañaría la presencia persa en las costas de este golfo y, sobre todo, provocaría incidentes fronterizos en las líneas marítimas que podría convertirse en un conflicto armado mayor o, en su defecto, en el deseado pretexto para llevar a cabo el ataque definitivo a Irán y aplicar el memorándum Reconstruir las Defensas de América. (Foto: Wikipedia)
Por Koldo Salazar López