Actores y tensiones en un conflicto armado

Hace unos días publicaba un artículo sobre las Guerras de Línea de Fractura, poco antes sobre Guerras Híbridas y Guerras Subcontratadas pero en el fondo ¿cómo se gesta un conflicto?. La forma más común es por relaciones de dependencia-resistencia. Más allá de la construcción de una guerra, si es más compleja o no, debemos entender que todas se dan en dos planos:

Plano real (teatro de operaciones clásico, tierra, mar y aire), aquí podríamos poner el espacio exterior cuando la carrera espacial que ahora es de competencia se transforme en un lugar conflictivo;

Plano cibernético (teatro de operaciones infraestructura electrónica/internet). 

Luego nos encontramos con las razones, que pueden ser más o menos complejas: guerras económicas, expansivas, campañas de castigo, reconfiguración de determinadas fuerzas en un determinado plano geográfico etc…,en la cual se enfrentan los contendientes.

Existen diversos tipos de contendiente. Aquellos que compiten al mismo nivel en un determinado plano militar, político, geopolítico y diplomático; hoy lo aplicamos a las tensiones entre Estados Unidos, Rusia y China de forma exclusiva y a las maniobras y contramaniobras de guerra cibernética/militar y política, a estas las llamaremos «supernaciones en competición«, estas se caracterizan por competir de forma constante, consignar acuerdos leves que apuntalan las posiciones de estos grupos y seguir compitiendo mientras se enfrentan en planos menores ¿su objetivo?, el dominio global.

Estados Unidos, por ejemplo, durante años luchó por convertirse en la única superpotencia mundial y abogó por una comunidad internacional bajo liderazgo de Washington hasta la aparición de las nuevas grandes potencias, entonces estudia abogar por un mundo multipolar en el cual los grandes bloques puedan ser controlados por Estados Unidos.

Luego nos encontramos con las naciones medias. Las potencias regionales que se llamarán «potencias regionales en competición«. Estas son aquellas naciones potentes y fuertes con un gran desarrollo de su comunidad militar y de inteligencia, con una economía estable y con un interés de imponerse en su plano geográfico o bloque cultural son expansivas pero a nivel limitado en su vecindario. Normalmente existen varias «potencias regionales en competición» dentro de un mismo área de tal forma que, al no ser lo suficientemente fuertes como para imponerse por ellas mismas nos encontramos con que se alinean con uno u otro bloque.

Aquellas potencias regionales neutrales, normalmente residuales, tienen unas relaciones más equilibradas y ponen todo su interés en defenderse diplomáticamente de las tensiones generadas en las regiones superiores o de su mismo nivel, no interviniendo o, en su defecto, interviniendo de forma esporádica y con poca proyección en el tiempo.

Sin embargo el resto de las «potencias regionales en competición» compiten entre ellas y se convierten en el objetivo de la otra «superpotencia en competición». El caso de Irán es paradigmático. Es una «potencia regional en competición» con fuerza suficiente sólo para imponerse en una parte específica del tablero mundial y que se encuentra enfrentada por las otras «potencias regionales en competición» de su vecindario como: Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Bahrein, Israel o Pakistán y, al mismo tiempo, por una «superpotencia en competición» que es Estados Unidos, presión que no podría sostenerse sin el apoyo de Rusia y China, las otras dos «superpotencias en competición» que captaron de forma estratégica a la República iraní para tener un gran pivote estable en la región.

La diferencia básica entre la superpotencia en competición y las potencias regionales en competición son:

Proyección internacional: unas tienen capacidad de influir mundialmente a todos los niveles y las otras sólo a nivel regional o en su bloque cultural;

Capacidad de acabar con los conflictos: las potencias medias no tienen la capacidad de poner fin a los conflictos por si mismas, pueden iniciarlos pero no acabar con ellos motu proprio, es más dependen de la autorización de su potencia superior, de ahí que se conviertan en aliados interpuestos.

fondo-blanco (2)

Aquí tenemos los tres niveles de potencias que hemos visto en el artículo: como vemos los ataques (con flechas negras) siempre son descendentes, vienen de las potencias más poderosas a las que menos o, en su defecto, de potencias iguales; en verde las ayudas, que también son descendentes y en color rojo los ataques indirectos a nivel geopolítico. Por ejemplo vemos como Israel ataca a Irán con una flecha negra (campaña de asesinatos de científicos iraníes) e Irán le devuelve el golpe de forma indirecta mediante el aumento de ayuda a Hezbollah en flecha roja(el grupo libanés no sale en el cuadro porque es un grupo y no un estado)

Potencias menores: como en una matrioshka nos encontramos con una nueva potencia. La potencia menor es el estado sin más. La potencia menor tiene exclusivamente la capacidad de defenderse a si mismo pero no de ser una potencia ofensiva ni expasiva, no son potencias sino estados y sus conflictos se reducen a conflictos dentro de su vecindario fronterizo por cuestiones ordinarias como conflictos de líneas de frontera, conflictos comerciales, estratégicos por el agua o determinado bien necesario, determinada política de su estado vecino que puede afectar a este estado etc…o por disputas ideológica por existir una rivalidad entre ambas como en el caso de las fronteras de los baaz sirio e iraquí, fronteras de la URSS (leninista) y China (maoísta) fronteras entre estados socialistas y capitales, teocracias y sistemas laicos/aconfesionales etc…

En el territorio de la potencia menor es donde se dan los escenarios de guerra que implican a las potencias regionales en competición y las superpotencias en competición. Este es el caso de Siria, un estado que de todo el frente proruso en Oriente Medio era la pieza más débil y donde se produjo la guerra. Por desgracia estos países se encuentran sometidos a grandes presiones y sucumben a los estados mayores que, sin embargo, se ven arrastrados a los conflictos que nacen aquí ya que son la base del equilibrio de poder en cada región. Un cambio en un pequeño país puede cambiar todo un mapa regional y mundial.

El papel del país fuerte es imponerse y el del país débil defenderse hasta el final y, con suerte y adaptando la guerra, vencer..que se ha demostrado que es posible. (Foto: Wikipedia)

Por Koldo Salazar López

 

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