La situación en el Kurdistán iraquí responde al devenir histórico de los hechos relacionados con la primavera árabe y con la guerra que se está librando en Siria y en Iraq.
Los kurdos son uno de los pueblos que se quedaron sin estado tras la desaparición del Imperio otomano y su posterior integración dentro del Mando británico para Oriente Medio (configurado en Iraq y Palestina) y del Mandato francés en la Gran Siria, (Siria y Líbano), los rusos tuvieron su Mandato en el Cáucaso pero eso no afecta a la cuestión nacional kurda directamente.
El caso es que tras la retirada francesa y británica los estados creados eran en realidad, salvo en el caso de Israel, herederos de la administración británica y uno de los estados más importantes era Iraq. La Iraq británica aglutinaba población árabe chií y población kurda. Los kurdos, por lo tanto, quedaron enclavados en Iraq (un estado artificial heredado del fin del mandato), al igual que en Siria o en Turquía, donde quedaron encerrados durante la época del nacionalismo laico de Attaturk.
El resultado para los kurdos, una población diferenciada tanto étnica, como lingüística y, en algunos casos religiosamente, fue crear comunidades bajo el dominio árabe en Siria e Iraq y turco en Turquía. Desde ese momento el nacionalismo kurdo aumentó, viendo a estos países como enemigos de su propio pueblo, sobre todo a Turquía, que sufriría los ataques del PKK kurdo aunque Iraq tampoco quedaría libre, los Peshmergas del Kurdistán iraquí sufrieron ataques de Bagdad debido a la constante sospecha de cooperar para enemigos regionales.
Su primera victoria fue la unión con Estados Unidos durante la Guerra de Iraq de 2003, gracias a lo cual el Kurdistán iraquí logro cotas de autonomía que jamás había tenido antes, habían obtenido una autonomía amplia en su territorio, lo cual incomodaba a Turquía sobremanera.
La segunda gran oportunidad les llegó con la primavera árabe y con la guerra contra el Estado Islámico ya que la campaña militar lanzada en el Kurdistán iraquí y la llegada del grupo terrorista hasta Bagdad y el casi colapso militar del país obligó a las fuerzas kurdas a reagruparse y unirse, en algunos casos se crearon nuevas brigadas y grupos armados que lograron fondos de sus propios recursos y ayuda internacional, especialmente de Estados Unidos e Israel.
En Siria ocurría lo mismo en toda la fachada turco-siria, con un alto porcentaje de kurdos, el denominado kurdistán sirio. La caída de toda esa zona y la imposibilidad del ejercito árabe sirio de llegar a estas zonas hizo que los kurdos se militarizase, una de sus grandes hazañas sería la resistencia de Kobane.
La lucha contra el Estado Islámico fue una de las situaciones históricas más beneficiosas para los kurdos:

En verde mapa del Kurdistán iraquí
La lucha contra el Daesh y la reconquista de los territorios perdidos en el año 2014 por fuerzas kurdas hacía que el territorio recuperado no fuese reintegrado en territorio iraquí, al cual pertenece de iure sino que la presencia militar kurda en una región reconquistada aseguraba el control de la misma, de tal forma que el territorio queda constituido de facto como zona independiente;
La reactivación de la cuestión kurda frente a la comunidad internacional tras la legitimidad mediática lograda en su lucha contra el Daesh, lo cual le genera apoyos sociales importantes;
El apoyo de potencias occidentales al Kurdistán, por razones de simpatía ideológica y necesidad estratégica, asegura de forma temporal el establecimiento de un estado kurdo cuyo objetivo es romper la cohesión interna del bloque chiíta, que topa las rutas de suministro energético desde las zonas productoras (Qatar, Arabia y Emiratos Árabes Unidos) hasta las zonas consumidoras (Occidente). El establecimiento de un estado satélite kurdo sirve para asegurar tramos de esta ruta;
El establecimiento de un estado kurdo pro occidental y sionista, Netanyahu ha reafirmado su apoyo a Barzani en su aventura independentista, significa el establecimiento de una base a través de la cual proyectarse tanto hacia Turquía, que se ha salido del guión marcado por la OTAN, la Unión Europea y Estados Unidos en Oriente Medio, sobre todo después de su enfrentamiento a Israel pero, al mismo tiempo, el objetivo occidental es usar el Kurdistán como base de operaciones para desestabilizar Irán, el gran enemigo de Occidente en Oriente Medio, usando como agente vehicular a la población kurdo-iraní creando movimientos armados separatistas o movimientos irredentistas kurdos que deseen la integración del Kurdistán iraní en el hipotético Kurdistán independiente, lo cual podría desembocar en una guerra en Irán.
En el informe del Think Tank Proyecto para el Nuevo Siglo Americano se redactó un documento denominado reconstruir las defensas de américa por el cual se llamaba a la destrucción de varios países en Oriente Medio y norte de África para asegurar el dominio global de Estados Unidos durante el siglo XXI, el plato fuerte en este documento era la destrucción de Irán ¿cómo lograrlo en un país religiosamente homogéneo cuyas minorías no superar una masa crítica?, mediante la agitación de movimientos separatistas en un país multiétnico y multicultural y el mejor candidato son los kurdos ¿cómo lograr un santuario para ellos?, con el Kurdistán que, curiosamente posee una de las mayores reservas de petróleo de Oriente Medio cuyas concesiones irán a sus aliados occidentales. (Foto: United States Department of Defense)
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