Si hay una guerra multireligiosa, multipolítica y multiétnica hoy en el mundo esta es la guerra que se está librando en Siria e Iraq por parte de occidente que quiere, como sea, hacerse con el control de estos países sí o sí para hacerse con los recursos estratégicos de esta región, petróleo y gas, sacando a Rusia y por ende a China e Irán de Oriente Medio (Irán pertenece al centro de Asia).

Para ello occidente no ha dudado en armar y apoyar a los criminales y terroristas regímenes de Oriente Medio como Arabia Saudí, Qatar, Emiratos Árabes Unidos etc… para crear sus milicias y grupos terroristas como las FSA, Jabhat al Nusra, HTS o el famoso Daesh. Estos regímenes fanáticos no han dudado en ayudar a Occidente a invadir países como Iraq en 2003, reforzar ese engendro del sionismo internacional llamado Israel y crear y apoyar sin el más mínimo reparo a Al Qaeda y Estado Islámico, monstruos de Frankestein creados en los laboratorios de inteligencia de la C.I.A, el MI6 y el MOSSAD.

Pero claro el empuje de las tropas sirias apoyadas por Hezbollah, el avance imparable de los sirios e iraquíes junto con los voluntarios iraníes y el apoyo ruso hace que el plan del terrorismo wahabista internacional para doblegar a las naciones sea un fracaso absoluto y por eso ahora llevan años fijándose en los kurdos.

Cierto que los kurdos son una étnica que posee una lengua, cultura y religión diferenciada. Es cierto que han sido maltratados por Turquía y por Iraq y más cierto es que ellos no luchan contra el Estado Islámico sólo para derrotarles. Para los kurdos el Estado Islámico ha sido la oportunidad de armarse para construir su proyecto nacional, crear el estado del kurdistán.

Esto inquieta mucho a Turquía, Siria, Iraq e Irán ya que el kurdistán que pretenden crear no solo tiene una de las mayores reservas de petroleo de Oriente Medio sino que, aparte, el llamado Kurdistán significaría que estos cuatro países serían desmembrados para crear este estado lo cual debilitaría muchísimo a Turquía. Erdogan es el líder de una potencia que no es de fiar porque vela por sus intereses y no por los de Occidente (y con razón), debilitaría también a Siria aunque de estos cuatro países menos territorio perdería, acabaría destruyendo Iraq y generaría graves problemas internos en Irán, que quedaría debilitada gravemente.

Estas tensiones hacen sonreír a los tiburones de Washington, Londres y Tel Aviv que coquetean con su amigo kurdo. Israel ya ha dicho que el Kurdistán es su gran aliado, Estados Unidos les han vendido armas, las mismas que negaron al ejercito iraquí en 2014 para luchar contra el Estado Islámico.

Los que llevamos años siguiendo la guerra siria sabemos muy bien que la derrota del Estado Islámico no va a llevar la paz a la región, ya que los kurdos se enfrentarán a los gobiernos de Ankara, Damasco, Bagdad y puede que Teherán, sabedores del apoyo que tienen en occidente mientras que en occidente sonríen sabiendo que tienen guerras para bastantes años en Oriente Medio, lo cual significa mayor venta de armas, mayor debilidad en la región y mayor poder y estabilidad para Israel y sus aliados en una zona al rojo vivo.

Aquí tenéis las pruebas

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