El desastre ecológico del mar de Aral

La foto de la izquierda es del mar de Aral en el año 1960, la foto de la derecha es del mar de Aral en el año 2014. El mar de Aral es un lago de agua dulce que perteneció a la Unión Soviética. Desde la disolución de la URSS este gran lago (que era el cuarto lago más grande del mundo) es una frontera natural entre Kazajistán y Uzbekistán. Está situado en una depresión en el desierto de Asia central y genera toda una serie de oasis en el litoral, alimentado por los ríos Sir Daria y Amur Daria.

El inicio del declive de este lago interior, el mar de Aral, se produjo cuando a finales de los años cincuenta y comienzo de los años sesenta la Unión Soviética, en uno de sus planes quinquenales de planificación económica e industrial, decidió realizar trasvases de agua, en cantidades inmensas, para regar con ello diferentes cultivos de regadío en el desierto del centro de Asia. Debido a esto se empezó a producir frutas como el melón o la sandía, cereales como el arroz o el trigo y también inmensas cantidades de algodón, a fin de dejar de depender del comercio exterior para conseguir estas materias primas. A día de hoy, debido a esta obra, Uzbekistán es uno de los grandes exportadores de algodón del mundo.

Para ello estos campos de algodón necesitaban una gran cantidad de agua destinada a regar y mantener estos cultivos por lo que se optó por una serie de obras faraónicas que desviaron el caudal de estos ríos desecando el mar, que ya había sido definido por ingenieros soviéticos como un error de la naturaleza que debía desaparecer.

Inicio del declive del mar de Aral

Los soviéticos eran conscientes de que el mar iba a acabar desapareciendo conforme el agua se fuera drenando rumbo a los campos. En la década de los años 1960-1970 el nivel del mar bajó 20 centímetros al año, en los años 70 el nivel del mar de Aral descendió entre 50 y 60 cm anuales, en los 80 entre 80 y 90 cm cada año. Al tiempo que se desecaba el mar, más agua se desviaba de los ríos Sir y Amur Daria, y más aumentaban la producción de los campos de cultivo centroasiaticos, al mismo tiempo el mar se iba convirtiendo en una llanura desértica de arena y sal.

El proceso de desertificación ha afectado al mar y la pesca ha desaparecido. En los años cincuenta se obtenían de estos mares unas 50.000 toneladas de pescado al año, hoy ya no hay pesca en la zona. Las ciudades costeras, cuya espina dorsal económica era la explotación del mar de Aral se han convertido en ciudades en medio de un brutal desierto, extremadamente frío en invierno y extremadamente caluroso en verano, debido a que ya no existe masa de agua que regule la temperatura.

Las tormentas de arena mueven millones de toneladas de sal que se posan en los campos alrededor del antiguo lago salino, dejándolos baldíos y estériles por la salinización, dichas tormentas han llegado a transportar sal hasta la lejana Pakistán.

Este desastre ha obligado a miles de personas a desplazarse y abandonar las ciudades rumbo a las zonas productivas, que son vivos centros económicos, causantes de la desgracia del mar de Aral. Aquellos que se han quedado sufren de escasez de agua dulce, problemas económicos y de salud.

El desastre del nuevo desierto de Aral se ha sentido dentro del fenómeno del cambio climático, ya que la desaparición del cuatro mayor lago del planeta, que realizaba su labor como regulador del clima, ha afectado a puntos tan distantes como el Everest o el Ártico donde se han depositado, llevados por las tormentas de arena, altas concentraciones de salinidad que ha acelerado el ritmo de fundición de la nieve en estos lugares y en los glaciares cercanos. Ha desplazado, o exterminado, a las especies que vivían cerca de Aral en un equilibrio que se ha roto y que ha afectado a especies terrestres o anfibias, las que más han sufrido. Especies marinas también han desaparecido. Hoy el mar de Aral es, en su mayor parte, un desierto y un cementerio de barcos.

Futuro del mar de Aral

El mar de Aral, cuando fue desecado, se dividió en dos grandes lagos, el mar de Aral norte, perteneciente a Kazajistán y el mar de Aral Sur:

Mar de Aral Norte

El gobierno de Kazajistán, conocedor de la situación de desertificación del mar de Aral, decidió, en el año 2003, iniciar una serie de obras de ingeniería destinadas a recuperar el mar de Aral norte mediante la construcción del dique de Korakal. Con este dique se pretendía separar el mar de Aral de su parte sur para así retener las aguas, provocar una subida del nivel del mar y aumentar la salinidad. En el año 2007 se logró esta proeza, aunque se prosigue con nuevas obras de ingeniería, sistemas de riego y el trasvase de caudal de algún río importante de Siberia a fin de recuperar el mar de Aral norte.

En este proyecto por recuperar el mar de Aral está trabajando también el Banco Mundial. Científicos de la ONU y de la NASA declararon que la recuperación del mar de Aral norte será una realidad, pero la construcción del dique de Korakal impide recuperar el mar de Aral sur, que ha quedado a su suerte y que acabará reducido a un desierto, ya que el riego hacia este lago llegaba desde el norte, la zona trabajada por Kazajistán, que se está recuperando. Hoy el mar de Aral norte cubre más de 800 KM/2 y se está comenzando a reactivar, de forma muy tímida, la pesca. Se estima que se está logrando pescar unas 1.000 toneladas de platija.

Mar de Aral Sur

Es la zona más grande del mar de Aral que recibía los suministros de agua desde el norte, pero desde la construcción del dique de Korakal, que ha separado el mar en dos, propiciando la recuperación del mar de Aral norte, el mar de Aral sur ha quedado totalmente desconectado de las fuentes de irrigación, por lo que se enfrenta a un futuro que tiene como fin la conversión en un desierto salino. En su agonía, ya irreversible en el año 2003, se estimó que la zona oriental del mar quedaría totalmente desertificada, mientras que la zona occidental podría quedar en estado precario indefinidamente, con un agua altamente contaminada y con índice de salinidad 2,4% mayor que en el océano. En las llanuras, sembradas de barcos hundidos, se acumulan productos tóxicos que están afectando no solo al ecosistema del mar de Aral sur, totalmente destruido, sino a los habitantes de la región. Una de las zonas con mayor incidencia de enfermedades pulmonares, cardiovasculares y de cáncer.

El futuro de la zona sur del lago, contolado por Uzbekistán, es la desertificación total con el mantenimiento de una masa de agua en precario, altamente salinizada y contaminada.

AralShip

De mar a desierto de barcos (Foto: Wikimedia Commons)

La isla de Vozrozhdeniya y el Antrax

Durante la Guerra Fría en la isla de Vozrozhdeniya, en el mar de Aral, se instaló un laboratorio secreto de armas biológicas que desarrollaba cepas de enfermedades para un eventual ataque con armas biológicas contra occidente, en una supuesta guerra contra el bloque occidental y  la OTAN. Esas instalaciones están abandonadas, es más durante la Perestroika, en el año 1988, se llevaron cientos de toneladas de bacterias de antrax, que fueron lavados dos veces con lejía, a fin de matar la cepa, después fueron introducidas en barriles y enterradas en grandes hoyos a dos metros bajo la arena de esta antigua isla del desaparecido mar de Aral.

Entre el año 1988 y el año 1992 estas instalaciones fueron custodiadas por soldados de la Federación Rusa hasta que las instalaciones fueron abandonadas y quedaron a su suerte sin ningún tipo de vigilancia o protección. Se sabe que entre 1995-1996 científicos estadounidenses viajaron a esta isla y descubrieron las cajas, determinando que habían esporas de antrax aún vivas. Por lo que en la región, aparte de la contaminación por productos químicos y la salinidad del agua, nos encontramos con el peligro de contaminación biológica, un peligro que afecta directamente a humanos. Existe el riesgo, también, de que ciertas organizaciones criminales o terroristas descubran el lugar donde se hayan estas «reservas» biológicas mortales.

Hoy la isla de Vozrozhdeniya está sin seguridad, además ya no es una isla debido a que la retirada del nivel del mar la ha unido con tierra firme y es posible acceder a pie hasta estas abandonadas instalaciones.

El problema del mar de Aral es uno de los mayores crímenes contra la naturaleza y el sistema de equilibrio ecológico del planeta que afecta, como ya dijimos antes, a remotos lugares y ecosistemas en un momento muy delicado. La desertificación del mar de Aral es el mayor desastre ecológico del siglo XX y XXI y también uno de los más desconocidos.

Lo peor de todo es que esto se ha dado en Bolivia con la desaparición del Lago Poopó, en connivencia con el gobierno, que no hizo nada para evitar semejante atentado contra la naturaleza. (Foto: Wikimedia Commons)


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3 comentarios en “El desastre ecológico del mar de Aral

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