La Guerra de Nagorno Karabaj

El día veintisiete de septiembre Azerbaiyán lanzó una ofensiva contra el territorio de la República de Artsaj, un estado de reconocimiento limitado situado en los territorios del antiguo Oblast Soviético de Nagorno Karabaj y otras siete regiones adyacentes a este territorio.

Las relaciones entre Armenia, la República de Artsaj y Azerbaiyán han sido muy tensas desde la caída de la URSS cuando las repúblicas socialistas soviéticas declararon su independencia de la Unión Soviética pero, al mismo tiempo, se produjo un efecto secundario, muchas regiones dentro de estas repúblicas declararon la independencia y Nagorno Karabaj fue una de ellas.

Tras la Guerra de Nagorno Karabaj de 1988-1994 el resultado se saldó con la construcción de la República de Artsaj, un estado bajo influencia determinante de Armenia y situado en territorio que Azerbaiyán clama que es suyo.

Los armenios aducen que el territorio forma parte legítimo de Armenia, que allí existe población armenia y se realizó un referendum de independencia en 1991, por lo que la Republica de Artsaj y sus instituciones serían legales. Muchos aducen que esto está avalado por el Derecho Internacional Público pero Azerbaiyán utiliza los principios establecidos por la ONU sobre los Pactos de Nueva York o Pactos Internacionales de Derechos Humanos.

El Derecho de Autodeterminación de los Pueblos, que no forma parte de la Declaración Universal de los Derechos Humanos sino de los Pactos Internacionales de los Derechos Humanos es desarrollada en las resoluciones 1514 y 1541 (entre otros) aunque para territorios con motivos históricos y sin autogobierno, aunque la presencia armenia y azerí es innegable en la zona y existiría motivo histórico la realidad es que el motivo del autogobierno no tiene fundamento ya que Nagorno Karabaj, cuando era Oblast de la RSS de Azerbaiyán disfrutaba de un autogobierno con un amplio reconocimiento de la cultura y población armenia.

La posición de Azerbaiyán, sin embargo es radicalmente opuesta. En primer lugar el Oblast Autónomo de Nagorno Karabaj pertenecía a la República Socialista Soviética de Azerbaiyán y en base al principio de integridad territorial, reforzado con el principio de no modificación de las fronteras heredadas tras procesos de independencia o descoloniazción (Utis Possidetis Iuris) el territorio no puede romperse.

Azerbaiyán refuerza su postura bajo el principio internacional de no anexión de territorios por la fuerza, razón por la cual Armenia no ha anexionado el territorio aunque lo controla de forma indirecta a través de un gobierno títere.

Por otro lado, al mismo tiempo, la posición azerí sobre este problema se fundamenta en otro principio: la «doctrina stimson»: ex injuria jus no oritur (actos injustos no pueden crear ley) por lo que la presencia de la República de Artsaj no podría ser convalidada o reconocida jurídicamente bajo ningún concepto aunque se desarrollaran conforme a la ley por lo que el paso del tiempo, el dominio efectivo o la creación de instituciones (aunque fueran democráticas) no modificarían la soberanía sobre el territorio.

En azul avances azeríes en el sur de Nagorno Karabaj, la flecha representa la ofensiva rumbo al corredor de Lachin, zona estratégica que une Armenia y Artsaj.

Además, ni siquiera podría convalidarse en este momento el referéndum ya que se hizo de forma unilateral rompiendo el principio de la «Pirámide de Kelsen», uno de los principios vitales del sistema jurídico de un estado y en el cual se establece como vértice y ley con mayor jerarquía la Constitución.

Sólo las constituciones de la URSS, Yugoslavia y Etiopía permitían la separación del país pero siempre entendiendo las regiones como las Repúblicas, en el caso de Nagorno Karabaj, la República era Azerbaiyán y Nagorno Karabaj era un Oblast Autónomo pero supeditado a la jerarquía de la Constitución socialista soviética de Azerbaiyán.

El referendum, al no contar con un acomodo de las leyes constitucionales de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán o con la Constitución de la República postsoviética de Azerbaiyán, hace que nos encontremos con un acto ilegal bajo las premisas del derecho interno al no existir acomodo legal ni pacto político.

Debido a esto, sin embargo, la guerra terminó de esta forma. Desde el año 1992 el Grupo de Minsk de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) iniciaron conversaciones entre las partes en conflicto pero sin lograr nada.

No sería hasta 1994 cuando la Asamblea Interparlamentario de los países de CEI, en los Acuerdos de Bishkek, pusiera fin a la guerra entre Armenios y Azeríes con un alto al fuego que provocó que el 20% del territorio azerí quedara bajo control de Artsaj y entre 700.000 y 1 millón de azeríes se vieran desplazados mientras que los armenios volvían a sus tierras de Nagorno Karabaj.

Cuatro resoluciones de la ONU condenaría a Armenia la ocupación de estos territorios: La resolución 822, 853, 874 y 884.

Tras varios años de conflictos diplomáticos y de reuniones con la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), que no lograron solventar la contienda, Azerbaiyán se retiró en 1999 (al igual que Georgia y Uzbekistán).

La OTSC en pleno, (Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán) comenzaron a reforzar sus posiciones, este tratado, que obligaría a sus miembros a defender el territorio de Armenia (o de cualquier país miembro atacado por un tercer país).

Sin embargo en el año 2020 y con la ofensiva azerí en Nagorno Karabaj y su avance por el flanco sur hasta el corredor de Lachín, que significaría la caída de todo el flanco sur y la vía libre hasta la capital de Artsaj, Stepankert, abriría la puerta a la reintegración del territorio en Azerbaiyán y Bakú se fundamenta en el principio de legítima defensa frente a agresiones externas para realizar esta campaña militar.

El dato más curioso es que la OTSC no va a actuar hasta que las tropas de Azerbaiyán crucen lleguen al territorio soberano de Armenia por lo que reconocen que Artsaj no es territorio de Armenia y, por otro lado, Kazajistán y Kirguistán no han condenado las acciones de Azerbiayán, país aliado y miembro tanto del TÜRKSOY como del Turk Kenesi.

Mientras tanto la ofensiva en el territorio sigue mientras la Comunidad de Estados Independientes y su organización militar asociada, la OTSC, no han actuado aún. (Foto: Wikimedia)

Por Koldo Salazar López

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