Liwa Zainebiyoun, Hezbollah pakistaní en Siria

Las relaciones entre Irán y Pakistán han sido siempre buenas a todos los niveles; desde niveles comerciales con buenos acuerdos petrolíferos de venta de crudo por parte de Irán a Pakistán, de hecho el general y presidente de Pakistán Zia Ul Haq, tras la victoria de Jomeini, se declaró neutral en el conflicto Irán-Iraq, no quiso entrar en el conflicto y, aunque mando tropas a Arabia Saudí para reforzar la seguridad en la región ambos países mantuvieron buenas relaciones.

Las relaciones tienen una gran importancia entre ambos países y se han desarrollado dentro de un marco de cooperación en seguridad regional, especialmente vinculado a la lucha contra el terrorismo pero también en una serie de campañas coordinadas entre Teherán e Islamabad referentes a la problemática de Afganistán.

Entre el 20%-30% de la población en Pakistán es Chiita (en torno al 60% de la población) eso ha permitido a Irán establecer, mediante el liderazgo en el mundo chiita, establecer redes de inteligencia además de un poder importante en el país que les protege de las agresiones del aparato del Estado, sin embargo nos encontramos con que la violencia salafo-wahabista contra los chiitas en Pakistán no deja de crecer.

Desde los años ochenta, cuando llegó el islamismo yihadista a Pakistán, las luchas no han dejado de producirse e Irán ha tomado parte en el asunto debido a que en Pakistán confluye no sólo el chiismo (del que Irán es garante) sino pueblos iranios como los Pastunes del que Irán también se considera eje central y les protege, de hecho el actual Primer Ministro pakistaní, Imram Khan, es pastún.

En todo caso, debido a esta peligrosa circunstancia de ataques Irán decidió, con la ayuda de Pakistán, crear un grupo armado de chiitas pakistaníes que sería desplegado en Siria. Estas tropas estaría compuesta por chiitas pakistaníes que viven en irán y voluntarios de las regiones de Parachinar y Khyber-Pakhtunkhwa, el entrenamiento correría de parte del Sepah e Pasdarán (la Guardia Revolucionaria Iraní) y tras el entrenamiento esta brigada, de entre 800-1200 voluntarios, fue implantada en Siria.

Sin embargo la historia de los pakistaníes en Siria se remonta al año 2013 cuando luchaban en la milicia afgana chií, donde eran destinados debido a la poca cantidad de voluntarios sin embargo el aumento de los voluntarios hizo que se tuviera que crear una nueva milicia chiita étnica compuesta por pakistaníes, de tal forma que se separaron las milicias existiendo dos:

Liwa Fatemiyoun: una unidad de chiitas mixta compuesta por afganos y pakistaníes de la cual derivó Liwa Zainebiyoun quedando la milicia Fatemiyoun como un grupo armado chiita étnico compuesto por afganos;

Liwa Zainebiyoun: brigada compuesta por los chiitas pakistaníes derivada de la anterior.

Estas tropas voluntarias, bien entrenadas y pertrechadas, fueron desplegadas en 2014 por Irán en la región con el consentimiento del gobierno de Siria (de tal forma que el despliegue es legal según las convenciones internacionales). En principio el objetivo de estas milicias no era entrar en el servicio activo en el frente sino desplegarse para proteger los lugares sagrados de los chiitas en Siria, en este caso la misión era proteger  la Mezquita Sayyidah Zaynab (el santuario de Zaynab bint Ali, hermana del Imam Hussain y nieta de Mohammed).

El refuerzo de la retaguardia liberaba presión y permitía que el ejército sirio y las milicias de los partidos pudieran centrarse en el combate de forma activa y, además, estas tropas servían como fondo de reserva en caso de necesidad urgente o de defender posiciones más amplias que los meros santuarios.

Sin embargo estas tropas tuvieron que acudir a luchar alrededor de Daraa y Alepo ayudando al avance de las tropas sirias y lucharon contra las FSA, apoyadas por las fuerzas especiales estadounidenses, durante la batalla de Khasham aunque también en la ofensiva de Hama, Deir Azzor y Palmira.

Este grupo, que no actúa en Pakistán, ha sido un elemento de desestabilización en el país ya que los grupos terroristas yihadistas han realizado atentados contra las comunidades chiitas en el país, en especial los miembros del grupo Lashkar-e-Jhangvi que amenazó con seguir matando chiitas si éstos no dejaban de enviar voluntarios a Siria.

Sin embargo el gobierno pakistaní sabe que esas milicias serán disueltas una vez los nacionales pakistaníes vuelvan a su país ya que si se realizaran operaciones por parte de este grupo en territorio pakistaní podría deteriorar unas buenas relaciones tradiciones entre Teherán e Islamabad aunque el gobierno pakistaní sabe que semejante fuerza podría ser de ayuda en caso de un recrudecimiento de las campañas terroristas en el país.

Además Irán ve a Liwa Zainebiyoun como un puntal para su poder e influencia dentro de Pakistán ya que esa milicia, al estar supervisada por los Pasdarán no serían una amenaza para Pakistán y sus fuerzas armadas sino que aportarían sus conocimientos en materia de guerra urbana y en inteligencia al ejército pakistaní para la lucha contra el terrorismo en el país.

De todas formas, a día de hoy, Liwa Zainebiyoun sigue activo en Siria y continúa con su labor central de defensa del patrimonio religioso chiita desarrollando, de forma paralela, labores bélicas de apoyo a las tropas sirias. Varios cientos de pakistaníes han caído en combate frente a DAESH, Al Qaeda o las FSA pero, también, en los bombardeos de Israel.

Los caídos están enterrados en la ciudad sagrada de Qom, al sur de Teherán. (Foto: Wikipedia)

Por: Koldo Salazar López

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