Es una de las batallas más determinantes del conflicto sirio, no por lo que representa, el combate de las fuerzas gubernamentales, por un lado, y kurdas, por otro, contra los yihadistas. Al sur de Alepo y sudeste de Idlib se está librando una batalla contra las fuerzas coordinadas de Daesh y HTS, mientras en Afrin, al norte, las tropas turcas han avanzado.
El objetivo es establecer una franja de seguridad de 30 kilómetros entre las zonas controladas por kurdos y la frontera turca, operación que durante años no realizaron cuando el Daesh estaba situado en la frontera turca ¿por qué?, porque para los turcos el Daesh es menos incómodo que el Kurdistán.
Los kurdos, sin embargo, son conscientes que no tienen aliados en la región, ni iraquíes, sirios, iraníes o turcos son sus aliados por las aspiraciones independentistas e irredentistas que tienen, ansias de construir un estado que significa la ruptura de la cohesión de estos cuatro estados, de ahí que Turquía haya decidido intervenir directamente, lo cual era una crónica anunciada desde hace años.
Es claro que la próxima guerra es la que va a enfrentar a turcos, sirios y kurdos. Siria para no ver roto su territorio y Turquía para no tener al enemigo en su frontera que se convierta, como ya lo fue el norte de Siria e Iraq, en el santuario de los separatistas kurdos de Turquía. De hecho Mustafá Oçalan, líder fundador del PKK, estuvo refugiado en Siria durante muchos años.
Esta rivalidad con los kurdos no significa que exista simpatía con los sirios, Turquía ve en el gobierno de Siria un vecino incómodo a sus intereses, por eso quiere derrocarlo para tener un vecino débil e influenciable. El problema está en el dilema turco, invadir y establecer una franja de seguridad ocupando el territorio sirio directamente y negarse a entregarlo de nuevo a Siria, lo cual nos situaría ante una violación del Derecho Internacional Público por dos razones clave:
A- Injerencia en los asuntos internos de Siria;
B- Anexión de territorios por la fuerza.
Además la Doctrina Stimson no permitiría la convalidación de este acto ilegal y Estados Unidos no va a permitir a Turquía controlar amplias zonas de territorio sirio porque eso significaría un aumento de poder e influencia de este país. Es muy probable que en este escenario la ONU cree una misión de mantenimiento de la Paz como la hay en Chipre o Líbano.
Al mismo tiempo Estados Unidos, aliados de los kurdos, debe mantener una política de contención de Turquía y de apoyo a los kurdos, pero en los planes de Washington la baza kurda no implica necesariamente la creación de un estado kurdo, el Kurdistán es un as en la manga de Estados Unidos para presionar a Damasco con la redacción de una constitución afín a los intereses estadounidenses que fuerce, posteriormente, la renuncia de Bashar al Asad y la instauración de una autonomía kurda en Siria a imagen de la iraquí (ya de por sí bastante incómoda para el gobierno de Erdogan).
Sin embargo la tesis turca no va a ser contemplada por Estados Unidos, cuya función primaria era derrocar a Bashar al Asad, al fracasar, la segunda opción es repetir el guión de Serbia por la cual el territorio de este estado que ha decidido no doblegarse a Washignton debe ser desgajado.
Después de la ocupación de parte del territorio serbio por la OTAN, en apenas dos años (2006 y 2008) Serbia perdió Montenegro y Kosovo y Metohia. Partes integrales de su territorio que se convirtieron en países independientes con buenas relaciones con Estados Unidos que debilitaron al gobierno de Belgrado, euroesceptico y receloso de Washignton.
Si Bashar al Asad, aunque gane la guerra, no cede ante los designios de los Estados Unidos, que fueron planificados a finales de los años noventa por el think tank proyecto para el nuevo siglo americano en su dossier «reconstruir las defensas de América«, tenemos que tener por seguro que, le guste o no a Turquía, Estados Unidos va a apoyar la independencia de los kurdos de Siria y acabará forzando la salida de Bashar al Asad y, por defecto, el cambio de régimen y constitución.
Tal vez la actuación turca en Siria sea, en este caso, una victoria pírrica de Damasco ya que los turcos, por su parte, intentan abortar el plan norteamericano con la excusa de la operación militar en las regiones kurdas que, de facto, forman un gobierno independiente al legítimo de Damasco: «La Operación Rama de Olivo» se inició el 20 de enero de 2018 a las 5:00 P.M. En la región de Afrin, noroeste de Siria, para establecer seguridad y estabilidad en nuestras fronteras y región, para eliminar a los terroristas de PKK / KCK / PYD-YPG y Daesh, y para salvar a nuestros amigos y hermanos … de la opresión y crueldad«. Dijo el estado mayor de la defensa turco. (Foto: Wikipedia)
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