Marruecos es, junto con Turquía, uno de los dos grandes enemigos de Europa. Marruecos, convertida en una narcodictadura fuertemente islamizada es uno de los países de los que más terroristas han salido a hacer la yihad: Mali, Siria, Irak o Afganistán sin contar los ataques que han llevado a cabo en España, Francia, Bélgica entre otros países.

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La relación social de Marruecos con el terrorismo es muy estrecha ya que no sólo se da entre sus nacionales sino que, también, entre los marroquíes nacidos en Europa, con los que el gobierno marroquí mantiene una estrecha relación no sólo a través de los grupos familiares de origen sino a través de la red social y comunitaria…barrios donde los marroquíes se relacionan entre ellos y asociaciones; mezquitas etc…Que son lugares donde el gobierno marroquí mantiene a sus hijos cerca de su seno.

Pero estos centros, asociaciones y mezquitas no sirven sólo para realizar estas labores sociales de mantener y dar a conocer la patria de origen sino que son lugares donde ideologías radicales se han asentado sin ningún tipo de control por parte de la administración siendo que, al mismo tiempo, toda esta red forma una extensa telaraña que provee de información al servicio secreto marroquí: conocen las debilidades y fortalezas de los países de Europa, sus enemigos.

En el caso Noureddin Ziani, creador de la asociación Nous Catalans, el CNI le expulsó de España porque estaba trabajando como un dinamizador del independentismo catalán entre las comunidades marroquíes en particular e islámicas en general, todo ello bajo control del Servicio Secreto Marroquí.

El yihadismo terrorista ha dado a Marruecos un gran peso en la política de seguridad de la Unión Europea y, por ello logra grandes beneficios y concesiones bajo amenaza de romper este tipo de colaboraciones en caso de que Europa en su conjunto o un estado miembro mantenga una política exterior o interna en contra de los intereses marroquíes.

Droga

Si la relación de Marruecos con el terrorismo le ha otorgado un gran poder geopolítico en Europa, el de la droga no lo es menos. A pesar de las leyes marroquíes que prohíben el cultivo, consumo, compra y venta del hachís, lo cierto es que Marruecos es el mayor productor de hachís del mundo y ha generado toda una industria de producción y venta a nivel internacional que ha generado toda una red internacional de transporte vía marítima a España en media y gran cantidad que llega desde las costas de Andalucía hasta toda Europa.

Esto implica que el gobierno marroquí se beneficia de este tránsito a través de la corrupción de sus agentes de seguridad (como en el caso de España donde han caído varios agentes de policía o de la Guardia Civil por colaboración con narcotráfico). Sin embargo la relación entre Marruecos y el hachís es similar a la de Afganistán y la heroína, Colombia y la Cocaína…una relación de simbiosis que dura hasta hoy en día y del cual saca rédito económico y geopolítico mediante acuerdos para el control del narcotráfico que, sin embargo sigue inundando Europa sin cesar.

Tráfico humano

Sobre el tráfico humano debemos hablar. La existencia de mafias de tráfico de personas en Marruecos no es ningún secreto. En los ochenta y noventa se lanzaron miles y miles de pateras llenas de marroquíes a España, muchas de ellas naufragaron. Con el tiempo esa industria se amplió a los subsaharianos que llegaban a Marruecos desde países como Senegal, Gambia, Mali o Nigeria.

Esto se convirtió en una auténtica industria del tráfico humano, del que ahora está empezando a participar también Mauritania. Marruecos fomenta este comercio permitiendo actuar a las mafias, las mismas que cruzan uno de los territorios con más vigilancia de África: el muro del Sáhara que separada los territorios ocupados por Marruecos de la República Árabe Saharaui Democrática.

Estos mismos cruzan territorio marroquí y, si no asaltan desde las costas las Islas Canarias, los subsaharianos se asientan en los montes alrededor de Ceuta y Melilla durante meses o años…de hecho se conocen esos campamentos de forma oficial desde el año 2005.

Desde el territorio marroquí asaltan los muros que separan Ceuta y Melilla de Marruecos, a veces desde la costa marroquí se embarcan en el estrecho o el mar de Alborán para llegar a las costas de la península. ¿Qué hace Marruecos?…pedir más dinero para «combatir» la inmigración ilegal, cosa que no hace ya que los asaltos son constantes siendo estas peticiones de dinero un mero y simple chantaje.

Además, como en el caso de la lucha antiterrorista o antidrogas, el compromiso de Marruecos en la lucha contra la inmigración se basa en lo mismo: obtener el máximo dinero posible, prebendas y ayudas que permitan aumentar su peso geopolítico para cuando existan crisis diplomáticas amagar con la retirada de estos acuerdos con la consecuente pérdida de información en la lucha contra el terrorismo así como en una inundación de drogas e inmigrantes en Europa.

Un mal socio cuya forma de gobierno es la monarquía absoluta con unos súbditos con derechos limitados dentro de un país que reprime las protestas cívicas y pacíficas como pasó con la crisis y la entrada en prisión (tras sufrir torturas, muy comunes en las instituciones penitenciarias marroquíes) de Nader Zafzafi (entre otros) así como la ocupación de la República Árabes Saharaui Democrática desde el año 1975 hasta ahora.

Ocupación que ha significado la violación de los principios básicos del Derecho Internacional Público pero, también, de los derechos humanos del pueblo saharaui en los territorios anexados por Marruecos así como el saqueo de sus riquezas naturales como las gigantescas minas de fosfato.

Un gobierno absoluto que, además, es fuertemente imperialista y con fronteras elásticas que sueña con la anexión de todo el Sáhara Occidental, incluyendo Mauritania y el oeste de Argelia así como las Islas Canarias…sin contar con sus constantes amenazas sobre las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, situadas en el norte de África y pertenecientes a Castilla (y posteriormente a España) desde antes de la creación de Marruecos.

De hecho la labor de marrocanización de ambas sociedades es una constante y una prioridad para el gobierno de Rabat que, mientras las islamiza bajo premisas marroquíes, asfixia económicamente ambas ciudades para intentar debilitarlas en un plan que recuerda vagamente los esfuerzos chinos por retomar el control de Macao y Hong Kong en los años noventa.

En definitiva un pueblo sin derechos, abandonado y con una gravísima crisis económica y social que sobrevive como puede mientras sus líderes y el rey de Marruecos viven a todo lujo, en inmensos yates y compran armas de último modelo muy caras intentando parecerse a países como Qatar o los Emiratos Árabes Unidos con la diferencia de que, al contrario que ellos….Marruecos es pobre y su pueblo está sometido.