Impacto y difusión de las redes sociales

Las redes sociales han trastocado las relaciones humanas al permitir mantener el contacto con personas que, de otro modo, se hubiese perdido con el paso del tiempo. Facilitan que se puedan acumular contactos de todas las etapas de la vida. En ellas, el comportamiento está marcado por patrones minuciosamente analizados. Uno de los principales es la relación del ego (usuario) con sus alteres (contactos).

El número de contactos y la influencia que se ejerce sobre ellos son variables fundamentales para explicar el grado de difusión de la información1. Las redes de ego se conforman en círculos. En el más próximo se encuentran los contactos más estrechos, no más de cinco. El segundo grupo es el llamado de simpatía, donde están los amigos cercanos, unos quince. Después está el círculo de afinidad, con otros amigos y contactos, unos 50, que contactan por lo menos una vez al mes. El último círculo es el denominado red activa e incluye a todos los demás, con un volumen medio de unas 150 personas, que suelen contactarse como mínimo una vez al año. Hay otros contactos fuera de esos círculos, pero son más generalistas y esporádicos, menos personales.

En Twitter, red social de uso masivo planetario, las interactuaciones entre contactos comparten características con otras redes y afectan a las relaciones sociales, tal y como se entendían hasta ahora. Aunque los efectos sobre sus usuarios son diferentes, según sean sociales relevantes o regulares. Los relevantes muestran una mayor interacción en la red social, llegando a tener una red de contactos regulares de hasta 80 alteres. La difusión de la información no solo depende del algoritmo empleado por la red social o de las distintas técnicas que emplean las grandes compañías para promocionarla o censurarla. En el caso concreto de Twitter responde a patrones muy estudiados. Uno de ellos es la relación de los usuarios entre sí. Otro es la novedad de la información, pudiendo decirse que cuanto más novedosa sea, con mayor facilidad será retuiteada2.

Una vez que se conocen los procedimientos de difusión y las relaciones personales que intervienen en el proceso, queda claro que la información es más factible de ser difundida si proviene de un círculo de confianza. Si se consigue inocularla en los círculos de los egos más influyentes, la diseminación se producirá en cascada. Esto es un objetivo prioritario para los manipuladores. Algo curioso que se produce en las redes es que los grupos de amigos o de afines suelen compartir la misma información casi simultáneamente. Incluso aunque no hayan conocido los unos las publicaciones de los otros en la red social3.

En todo caso, la psicología de la persona, así como sus afinidades ideológicas -de las que nadie escapa-, son factores de peso a la hora de decidir si una información se comparte o se bloquea, convirtiéndose en un acto social que refuerza la idea de participación social y política. Lo que lleva a plantear que la difusión de información en redes tiene una triple motivación: la influencia que ejercen los nodos entre sí; la manipulación que hace el algoritmo de la red social sobre el flujo de información; y las propias características psicológicas e ideológicas del usuario. Estas tres variables condicionan el tráfico horizontal de información en la sociedad hiperconectada actual.

La realidad social compartida por los miembros de una red se convierte en una cámara de eco – o de resonancia- donde cada cual comparte información que refuerce sus creencias previas y la unión del grupo. En cierto modo, compartir noticias e informaciones online es una forma de hacer política clientelar, aunque con un efecto difuso. Los usuarios que participan en la red están más dispuestos a compartir información cuando la perciben como neutral y veraz que cuando la entienden como propaganda encubierta que refuerza su ideología4. (Foto de: Wikimedia Commons)

Texto de: Pedro Baños, autor de “El Dominio Mental”, Pedro Baños es Coronel del Ejército de Tierra especialista en geoestrategia, defensa, seguridad, terrorismo yihadista e inteligencia y autor, también, de «Así Se Domina el Mundo» (2017) y «El Dominio Mundial»(2018)

Bibliografía

-Arnaboldi, Valerio, et al. «Ego network structure in online social networks and its impact on information diffusion.» Computer Communications 76 :26-41. 2016

-Bakshy, Eytan, et al. “The role of social networks in information diffusion”. In Proceedings of the 21st International Conference on World Wide Web, WWW ’12: 519–528. 2012.

-Lucio Sarsa, Claudia. Recomendación de contactos para la optimización de redes sociales. BS thesis. 2017.

-Su, Min-Hsin et al. «Pathways to News Sharing: Issue Frame Perceptions and the Likelihood of Sharing.» Computers in Human Behavior 91:201-210. 2019.


1Lucio (2017)
2Arnaboldi, et al (2016)
3Bakshy, et al. (2012)
4Su, et al (2019)

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