El albinismo es un defecto genético hereditario que afecta a la producción de melanina en la piel, pelo y ojos y afecta a todas las razas. Curiosamente tiene un mayor índice entre los africanos (1 de cada 5.000 africanos es albino, es decir, uno de cada 70 africanos es portador del gen).

Entre los blancos, se estima que su incidencia es de 1 de cada 17.000 personas. El albinismo, que no es una enfermedad contagiosa y únicamente se da con la combinación de los padres portadores de este gen recesivo. El albinismo existe en toda la naturaleza y afecta a animales y plantas aparte de a los humanos. En África, entre la raza negra, esta condición está rodeada de un halo de misterio y superchería.

En África es tabú dar a luz un hijo albino

Tener un hijo albino se considera una desgracia en la familia que va más allá de la mala suerte, en estas culturas se supone que los niños albinos son producto de la brujería o de maldiciones que caen sobre la familia y sobre toda la tribu. De ahí que sean repudiados por las comunidades y abandonados por sus familias, para el grupo social a sus madres se les acusa de ser las responsables del tono de la piel de los recién nacidos.

En muchos casos las comunidades, al acusarles de brujería, deciden asesinar a los albinos y quemar sus chozas, muchas veces son asesinados por miembros de sus propias familias y otras por chamanes y brujos. Estos últimos utilizarán diferentes partes del cuerpo de la victima para realizar rituales chamánicos y satánicos para deshacer la «maldición» que cayó sobre toda la comunidad con la llegada del niño albino.

Según ACNUR, por la mano de un albino se puede llegar a pagar hasta 400 dólares y 65.000 por todo su cuerpo, los encargados de hacer esto son mafias cuya función es cazar albinos. En ciertas tribus de África son considerados como demonios encargandos y por eso nada más nacer son asesinados. Otras personas consideran a los albinos seres esotéricos por lo cual les exigen una cuota de sangre.

Los brujos, aparte de usar partes del cuerpo para estos rituales de «limpieza», guardan otras partes del cuerpo como amuletos que traen buena suerte, los asesinos de los albinos reciben una recompensa por su «gran labor». La recompensa estipulada está en una o dos vacas que es entregada por los lideres de la comunidad, otras veces los albinos son simplemente mutilados.

La mutilación tiene como objetivo obtener diferentes partes del cuerpo de los albinos (sobre todo extremidades) con los cuales los brujos confeccionan pócimas que permitirá, a los que la tomen hacerse ricos, los dedos índice son usados como amuletos que dan fuerza y poder. Asimismo también se han llegado a producir ungüentos con los restos de las victimas albinas para sanar enfermedades.

En el año 2008 el presidente de Tanzania, Jakaya Kikwete decidió actuar sin más dilación contra esta práctica que estaba poniendo a varios países africanos en el objetivo de decenas de ONG´s y de la ONU por la constante violación de los derechos humanos hacia los negros albinos. En un discurso televisado el Presidente dejó claro que se mostraría inflexible y contundente contra los brujos si continuaban realizando estas prácticas. Poco después se detuvieron en Tanzania a más de cien personas implicadas en el asesinato y mutilación de negros albinos.

Se llegó a nombrar a la primera parlamentaria albina para investigar y luchar contra la persecución de las personas con este problema genético. La Ministra Al Shaymaa Kwegyr se encarga desde 2008 de luchar contra la persecución de esta minoría.

En las zonas urbanas los ataques hacia los albinos no suelen ir más allá de insultos o discriminación, mientras que en las zonas rurales esta condición puede costarle la vida.

Aquellos que logran sobrevivir son discriminados y confinados a realizar trabajos penosos bajo el ardiente sol africano, ya que de otra manera no pueden trabajar, cualquier albino que desee un puesto de trabajo debe saber que no lo encontrará fácilmente por lo que se verá obligado a realizar los trabajos más duros (que nadie quiere) para sobrevivir.

Eso les empuja a largas jornadas de trabajo bajo el sol lo cual, debido a su congénito albinismo, les llevará a desarrollar ulceras, quemaduras y cáncer de piel. De hecho la tasa de muertes por cáncer de piel entre los negros albinos es bastante alta, y es la segunda causa de muerte entre esta gente después del asesinato, asimismo sufren problemas de visión que les empuja hacia una ceguera prematura, aumentando el grado de sufrimiento entre esta gente.

Estos niños son marginados, en los colegios son acosados por sus compañeros e insultados por sus profesores. Se enfrentan a graves casos de racismo anti blanco por parte de la población de raza negra (la misma raza a la que pertenecen los albinos). Su futuro es bastante complicado en sus países de origen ya que, condenados al ostracismo, se ven inmersos en una situación desesperada y sin posibilidad de mejora a no ser que intervenga en sus vidas grupos internacionales (como la ONU) u organizaciones no gubernamentales que les permita integrarse en la sociedad en la que viven.

Los esfuerzos de integración social de estos negros-blancos pasa por ir eliminando los tabús sociales hacia este problema y erradicar las costumbres y supercherías relacionadas con las personas que sufren este mal. Exorcizada esta condición muy pronto los africanos albinos podría disfrutar de una vida normal e integrada en sus sociedades, pero para ello la inversión en programas de concienciación social y cultural debe ser el pilar fundamental de la lucha contra este tipo de discriminación. (Foto: Flickr)

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