Como siempre el estado de Israel protege a los criminales que actúan bajo su bandera e intenta escurrir siempre el bulto cuando comete algún tipo de asesinato ya sea de palestinos, turcos o españoles.

En este caso está implicada la ONU ya que el cabo Francisco José Soria, natural de Málaga, casado y a punto de ser padre fue desplegado con la brigada Guzmán el Bueno y que acudía a Líbano bajo la misión de paz de la UNIFIL hasta que Israel intentó romper la tregua, cosa que hace siempre, atacando las posiciones de Hezbollah. Se sabe que Israel conocía el riesgo de herir o asesinar a los militares de la ONU desplegados en la zona.

El embajador de Israel en España en aquel tiempo, Alon Bar, (ahora está Daniel Kutner) de forma totalmente hipócrita trasladó las condolencias al gobierno de España que, obviamente, JAMÁS se enfrentará al gobierno sionista de Israel, más que nada porque en el gobierno y en el Congreso de los Diputados todos son sionistas.

El juez Fernandez Andreu ha solicitado comisiones rogativas de forma reiterada a las autoridades israelíes que de forma constante han sido desoídas siguiendo la política de supremacismo y soberbia israelí que acordó pagar 200.000 euros a la viuda y huérfano del cabo asesinado.

Los padres del cabo asesinado han desestimado cualquier tipo de compensación económica de Israel y quiere que se sienten en el banquillo de los acusados a los responsables de este acto criminal pero como pasó con el caso entre José Couso y el gobierno de los Estados Unidos, Israel no entregará al responsable para que sea juzgado.

España como estado soberano y defensor de los Derechos Humanos debe tomarse en serio la política militarista y criminal del estado de Israel, pretendidamente democrático, pretendidamente occidental y pretendidamente modélico. España otorgó la posibilidad a los israelíes sefarditas para poder obtener la nacionalidad española en compensación por la expulsión de 1492 pero, al mismo tiempo, se niegan a entregar a uno de los suyos (autores del asesinato) para que sean juzgados.

¿No debería España revisar los acuerdos de cooperación y romper relaciones con un estado que viola los derechos fundamentales de palestinos, sirios y de todo el mundo constantemente?. ¿No se debería romper relaciones con un estado que practica el apartheid con los palestinos de la ocupada Cisjordania, que tiene encerrados a casi dos millones de palestinos en La Franja de Gaza (el mayor campo de concentración de la historia que a veces se convierte en campo de exterminio). Un estado que ha ocupado los Altos del Golán a Siria? ¿Que utiliza armas prohibidas como el secuestro, el asesinato dentro y fuera de sus fronteras y que, además, asesina a un soldado español?.

España debería replantearse sus relaciones con Israel después de la falta de colaboración por parte del régimen de Tel Aviv y el Gobierno de Madrid.

A día de hoy, 2019, el caso sigue abierto y ningún soldado de Israel ha sido juzgado por este crimen.

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