El fin de los terroristas del Estado Islámico está cerca pero la guerra parece estar cada día más lejos. Una pregunta que aterroriza a las grandes potencias es que después de la guerra ¿qué?, todo apunta a los kurdos.

Durante la guerra contra el Daesh y Al Qaeda los arsenales de los grupos kurdos están al máximo, el nacionalismo ha vuelto a resurgir tal vez con más fuerza que nunca, tienen dinero y estrechos lazos de clientelismo por todo Oriente Medio. Desde las zonas turco-kurdas dónde el PKK posee una revitalizada estructura, los Peshmergas kurdo-iraquíes, aliados de Estados Unidos e Israel, así como los miembros del KDP de Barzani se han hecho fuertes a nivel internacional así como el YPG kurdo-sirio.

Todos estos grupos han visto en el Estado Islámico la forma de volver a obtener oxígeno y ascendente sobre la población, muchas veces alistada en masa de forma voluntaria, el dinero y las armas han volado hacia ellos pero sobre todo una cosa aún más importante, contactos, aliados poderosos e internacionales que les ponen en la posición de poder negociar con Ankara, Bahgdad o Damasco de tú a tú para lograr sus objetivos.

Todos sabemos que la guerra con Turquía se va a recrudecer debido a la negativa de Erdogan a cualquier aspiración kurda, Bahgdad se verá en una situación comprometida debido al frágil equilibrio de poder heredado después de la retirada de Estados Unidos y Siria puede verse entre realizar concesiones a los kurdos o enfrentarse a ellos.

En todo caso la guerra en Oriente Medio dista mucho de haber acabado. (Foto: strassenstriche.net)

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