Issam Zahredine, el héroe de Deir Azzor

Esta guerra en Siria nos está dejando grandes terroristas y villanos que pasarán a la historia como criminales, desde el gran jefe del terrorismo internacional el rey Salmán de Arabia Saudí hasta su gran aliado Barak Obama, y el jefe del Estado Islámico, el infame Abu Bakr al Bagdadi, todos opositores al gobierno de Bashar al Asad y destructores de Oriente Medio.

 

 

Frente a ellos una nación decidida a sobrevivir a la injerencia mercenaria y terrorista extranjera que nos está dejando grandes héroes y situaciones heroicas como la resistencia de Deir Azzor, las batallas de Palmira o Alepo. Todos los caídos del ejército árabe sirio, milicias nacionales y demás voluntarios son héroes pero, por desgracia, sus nombres no llegan a nuestros oídos.

Sin embargo hay otros hombres que también son auténticos héroes y a través de ellos podemos rendir tributo a los valientes anónimos heridos y caídos por la patria siria. En este caso hablamos del General de la brigada 104 de la Guardia Republicana Siria, Issam Zahredine. Se ha convertido en una de las caras más famosas de la Guerra Civil Siria, apodado «El León de la Guardia Republicana«. Se destacó en la batallas de Damasco y Alepo, esta última aún en disputa cuando fue llevado a la sitiada ciudad de Deir Azzor.

Gracias a los pasillos aéreos pudieron recibir suministros, lanzados desde aviones por parte de las fuerzas aéreas sirias y rusas, aunque no todo lo que viene del aire es bueno. Las fuerzas aéreas de la coalición occidental liderados por Estados Unidos o Israel atacaban sus posiciones en coordinación con ofensivas terrestres por parte de los yihadistas, nada nuevo bajo el sol porque ya todos sabemos que Estados Unidos es la fuerza aérea del Estado Islámico.

De todas formas Issam Zahredine, que se destaca por su presencia física en el campo de batalla, no es un general cobarde, (como los estadounidenses) que se esconde en un centro de mando bajo tierra o en bases blindadas. El general Issam Zahredine es un general valiente que no teme enfrentarse directamente a los terroristas. Es muy hábil en tácticas militares y en planificación estratégica, por eso continúa manteniendo las posiciones en Deir Azzor.

De su vida privada se sabe poco más allá de que nació en 1961 en la localidad de Tarba, en la gobernación de As Suwayda, cerca de la frontera con Jordania, entró a formar parte del ejército de Siria en el año 1980, en el año 1982 fue comisionado para entrar en las Fuerzas Especiales con el rango de oficial en las brigadas aerotransportadas y en 1987 es ascendido a la mejor unidad del ejército sirio, la Guardia Republicana, el cuerpo de élite sirio. Pertenece a la religión Drusa, que en el estado laico de la República Árabe Siria no significa ningún obstáculo para ascender dentro de las estructuras políticas o militares.

El gobierno sirio, con ayuda del ejército ruso, logró penetrar en el territorio controlado por Daesh en Deir Azzor, tanto es así que se han retirado y ya sólo existen bolsas del grupo terrorista en todo el territorio sirio, perdiendo el poder que antaño tenían. En estos avances las fuerzas sirias lograron destruir depósitos de municiones, centro de mando, blindados (entre ellos dos tanques junto con seis lanzacohetes) y decenas de vehículos pesados con sus municiones y combustibles de los terroristas.

Todo ello mientras las fuerzas de Issam Zahredine aguantaban el cerco impuesto durante años por los yihadistas. Con estos avances ambas fuerzas se encuentraron en breve y el ejército árabe sirio logró la liberación de la ciudad.

La epifanía del héroe

En día 18 de Octubre de 2017 una mina antitanque mató al victorioso general Issam Zahredine en Sweda, después de liberar Deir Azzor, cuando continuaba con su labor militar dentro del contexto de la Guerra de Siria. Descansa ahora con los valientes y mártires que han luchado contra los terroristas pagados por Arabia Saudí, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Israel, Unión Europea y Estados Unidos.

 

Entierro de Issam Zahredine, en la imagen del video Yarob Zahredine

Su hijo (también militar), Yarob Zahredine, durante su entierro en Damasco pidió que no le enviaran condolencias sino felicitaciones por el trabajo de su padre y en el entierro leyó este mensaje:

«Cuando les he dicho que yo soy Damasco no me han creído, me han atado mis manos con cadenas para alejarme, ellos no saben que millones de personas llevan mi cara con sus abluciones, yo soy Damasco, Damasco patria árabe, yo soy la que ejecuto el convoy de  los invasores, ojo, cuidado. Cuidado!, no me ejecutéis porque yo soy la capital de la historia, no hay historia sin mí, yo soy el agua de la ablución de Mahoma y el paso de Cristo, en mis ojos soy Jol Jammal (un famoso mártir sirio en la época del mandato francés) yo soy el Kassam (correspondiente a los palestinos) Jerusalén, yo soy el que lucho contra vuestros invasores con mi propia sangre de mi patria, os habéis atrevido a matarme hoy, yo soy Damasco, Damasco!. Podéis tumbar el sol pero no podéis tumbar mis ojos«. (Traducción del texto leído por Yarob Zahredine realizado por un amigo de OtraLectura.com de nacionalidad siria).


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