Crónicas ucranianas: la masacre de Odessa

La tensión que se vivió entre el año 2013 y 2014, cuando estalló la Guerra en el Donbass y Crimea decidió unirse a la Federación Rusa provocó una serie de enfrentamientos con muertes en el estado ucraniano. En concreto Ucrania quedó polarizada entre los manifestantes pro-Maidán (mayoritariamente ucranianos étnicos y nacionalistas ucranianos del centro-oeste del país), estos manifestantes provocaron la injerencia en el país de Estados Unidos y la Unión Europea y el consecuente golpe de estado contra Viktor Yanukovic, el por aquel entonces Presidente del país que había dado marcha atrás en los acercamientos a Occidente de sus antecesores y quería mantener una posición equidistante tanto con Moscú como con Occidente.

La caída de Yanukovic generó que la población rusófona del sur-este del país se organizara en grupos Anti-Maidán que, en principio, temían la pérdida cultural si el gobierno pasaba a estar controlado por los ultranacionalistas ucranianos y proponían un sistema de equilibrios e, incluso, la federalización del país. Los ucranianos rusofonos, muchos de ellos planteaban un nacionalismo ucraniano transversal y de convivencia dentro de un marco federal y neutral aunque también se unieron prorusos abiertamente y nostálgicos comunistas de la URSS.

La imposibilidad y el viraje hacia la ucranización del país hizo que las zonas rusófonas se planteasen diferentes soluciones: Crimea y Sebastopol, mayoritariamente rusas decidieron separarse de Ucrania invocando el precedente de Kosovo y unirse a Rusia, que fue aceptado por la Federación mientras que Donetsk y Lugansk plantearon la opción separatista invocando la secesión remedial entendiendo que la única solución al conflicto irresoluble entre los intereses de los ultranacionalistas de Kiev y los rusos de la región del Donbass era la separación.

Se constituyeron las dos repúblicas (Donetsk y Lugansk) que luchaban por los derechos de los residentes en sus regiones frente a las fuerzas ucranianas que buscaban reunificar sus fronteras y volver al estatus quo previo al conflicto, obviamente la opción ucraniana jamás pasó por la solución dialogada de las conferencias sino que el objetivo era dominar el territorio y aplicar el modelo de ucranización ultranacionalista.

En Odessa, sin embargo la situación estaba calma salvo por algunas manifestaciones esporádicas hasta que entre abril y mayo de 2014. En marzo grupos de manifestantes prorusos entraron en la Casa de los Sindicatos (un edificio histórico de la ciudad) exigiendo un referéndum para la federalización para la creación de la República Autónoma de Odessa. El 1 de mayo, día del Trabajador, los prorusos marcharon en una manifestación política a favor de la descentralización del estado con pancartas antifascistas y a favor de los ruso-ucranianos acampando en la plaza Campo de Kulikovo, el día 2 de mayo grupos Pro-Maidán decidieron unirse para atacar a los ruso-ucranianos convocando hasta a 1.500 personas entre los que habían hooligans de los equipos locales (Chermomorets Odessa y F.C. Metalist Járkov).

Estos grupos Anti-Maidán se vieron sorprendidos por grupos Pro-Maidán dirigidos por Pravy Sektor (un grupo de extrema derecha ucraniano) que acorraló a los manifestantes prorusos en la plaza Campo de Kulikovo tras una serie de luchas callejeras en las que se habían montado barricadas, lanzándose piedras, cocteles molotov y disparándose por las calles de la ciudad.

Debido a estos enfrentamientos los Anti-Maidán se replegaron en la Casa de los Sindicatos donde aguardaron el asalto de los manifestantes ucranianos Pro-Maidán que cercaron el edificio y comenzaron a animar a más gente a unirse a la cacería contra los Anti-Maidán que, cercados, no sabían qué iba a ocurrir. El saldo acabó con el edificio sitiado, del que nadie podía salir; y los manifestantes del exterior lanzando cocteles molotov, que provocaron un incendio que comenzó por la segunda y tercera planta.

Las unidades de bomberos acudieron al rescate y a sofocar el incendio pero fue muy difícil realizar la tarea por la cantidad de personas que había alrededor del edificio en llamas. Mientras unos huyeron por las puertas, otros saltaban las ventanas mientras que unos pocos se atrincheraron en el techo a la espera de ser rescatados.

Murieron 46 personas, de las cuales 31 murieron atrapadas; hubo 214 heridos y se produjeron 172 detenciones de los cuales 67 activistas prorusos fueron liberados tras las manifestaciones alrededor de la policía. Las autoridades de Odessa decretaron tres días de luto oficial y el, por aquel entonces presidente Oleksandr Turchinov decretó dos días de luto nacional para los muertos en el incendio de la Casa de los Sindicatos en un momento temprano del conflicto donde la situación era reversible y, sobre todo, local y que podría haberse solucionado mediante acuerdos internos en los primeros meses si los nacionalistas ucranianos hubieran sido realmente patriotas pero no, nunca fueron patriotas ya que prefirieron ser los peones de la OTAN y perder definitivamente parte de su territorio acabando en una guerra con Rusia en lugar de ser los reyes de su país siendo independientes y luchando por la unidad nacional, una unidad nacional que vendieron a Washington y a Biden y que estos usan.

Sin embargo no podemos olvidar este brutal asesinato colectivo que podría haberse evitado y que preconfiguraría ocho años de guerra interna y el denodado esfuerzo de Kiev por no seguir las líneas internacionales que se le ofrecieron en los Acuerdos de Minsk I y II o en el Cuarteto de Normandía…que ha desembocado en un año y pocos meses de guerra contra Rusia. Un pensamiento belicista que se dejó ver, como un fantasma de las futuras guerras, en Odessa.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s