Shab-e Yalda es una de las fiestas más importantes del mundo iranio que trasciende las fronteras del moderno Irán celebrándose en países como Azerbaiyán, Armenia, Turquía, Afganistán o entre las comunidades kurdas del norte de Irak. Su origen es preislámica y está muy vinculada a la tradición zoroastrida en origen, aunque desarrollada en otras tradiciones orientales como el culto a Mitra o el Sol Invictus romano.
De hecho Yalda es una de las inspiraciones, debido a su origen pagano y a su vinculación con eventos naturales como el solsticio de invierno (época en la que también se celebraban las saturnalias en Roma) para la instauración de la fiesta de la Navidad, dando a la figura de Jesucristo (elemento básico de la cultura occidental) elementos propios de un dios solar.
A día de hoy se sigue celebrando en Irán y es, junto con el Nowruz, una de las dos grandes fiestas persas a pesar de los intentos de eliminarla a través de la islamización que se llevó a cabo tras la caída del Imperio Sasánida con el empuje de los árabes, sin embargo la fiesta perduró como un elemento cultural, identitario y nacional ajeno a la islamización que practican hoy en día iraníes musulmanes pero también cristianos, judíos o zoroastridas.
Sin embargo, obviamente, la dimesión trascendental que se le daba en el zoroastrismo y la simbología de las frutas tradicionales de Shab-e Yalda como la sandía, granada, los frutos secos o las frutas (presentados para invocar a los dioses menores para que protegieran los cultivos de invierno), en este caso estas frutas se presentan como elementos para el disfrute y el gozo en esta fiesta alegre.
Tradicionalmente, dentro de las casas, se instaura un korsí, una mesa de madera con un brasero y un termeh (una especie de colcha tradicional persa) que cubre las piernas de los invitados y les mantiene calientes en las frías noches del invierno iraní.
Aparte de la fiesta, que tiene un componente festivo y alegre donde se danza, se toca música y se disfruta, en Yalda (como en Nowruz) la poesía juega un papel central y los autores clásicos persas no pueden faltar; especialmente Firdusí con su poema épico del Shahnameh o Hafez de Shiraz con su Diván.
Aunque la fiesta tiene una vertiente pública importante. Se alumbran calles, se decoran tiendas y la gente compra regalos y comida para ese día especial que, a pesar de no ser considerado festivo al no ser una fiesta islámica, si modifica la vida diaria de los iraníes ya que, incluso en televisión se emiten películas, programas especiales y reportajes/documentales sobre esta tradición nacional en televisión y radio.
La importancia de Yalda va más allá de ser el día del tránsito del otoño al invierno (coincide entre el último día del mes de azar y el primero del mes de dey), sino que Yalda es una fiesta secular, tradicional que reafirma la identidad persa más allá de la religión que, como el Nowruz, tiene un componente festivo y les conecta con los ciclos naturales de la naturaleza y con sus raíces preislámicas. (Foto: Wikipedia)