El caso Irán-Contra

Durante la Guerra Iraq-Irán y dentro del delicado contexto de la crisis de los rehenes de Teherán se produjo uno de los casos más sonados de corrupción en la comunidad de inteligencia que demostraría los sucios métodos de las agencias de espionaje estadounidenses.

USA llegó a finar a ambos bandos en la guerra. A Saddam Hussein de forma directa y a la Irán de Jomeini de forma indirecta a través de aliados y grupos interpuestos a fin de no descubrir su tapadera frente a los iraníes. La CIA de Bill Casey había puesto en marcha la operación de venta de armas a Irán para financiar a la contra nicaragüense.

La operación era muy sencilla, vender armas en secreto a Irán a través de intermediarios que no hicieran sospechar al gobierno de Jomeini ni a otros estados que Estados Unidos estaba detrás de esta operación (armando a las dos partes) y desviar los fondos de esta venta ilegal (Estados Unidos había roto relaciones diplomáticas y la operación de ventas de armas, así como la de armar a la contra nicaragüense iba en contra del congreso de los Estados Unidos que había prohibido estas actividades).

Aún así Bill Casey, Michael Ledeen, Robert McFarlane, Oliver North y otros comenzaron con su operación, que duró desde 1985 hasta 1986. Una de las piezas clave, Shimon Peres, solicitó al gobierno de los Estados Unidos el visto bueno para comenzar, se aprovecharían de que Irán no podía encontrar armamento en el mercado internacional debido al bloqueo occidental y a sus tensas relaciones con la URSS, que les habían bloqueado también. Esta desesperación, dentro del contexto de una guerra de desgaste y de frontera contra el ejercito de Iraq llevó al gobierno de Teherán a buscar armamento en el mercado negro y a usar traficantes de armas.

La primera idea era vender las armas a un grupo opositor a Jomeini este mismo grupo opositor hizo saber a Estados Unidos, a través de Israel, que tenían conexiones con Hezbollah y podrían lograr la liberación de los estadounidenses secuestrados en el Líbano. La estrategia de desestabilizar al gobierno iraní desde dentro, mientras luchaba contra su aliado iraquí que era dirigido desde las bases de la CIA en Bagdad, era muy complicada y peligrosa. Además Saddam jamás debía conocer esta operación que lograría darle a USA una gran ventaja sobre la URSS en este perverso tablero. Las operaciones para armar a estos grupos comenzaron cuando quedó demostrada la oposición que hacían al gobierno iraní, según The New York Times se suministraron estos misiles:

  • 20 de agosto de 1985: 96 misiles antitanque TOW;
  • 14 de septiembre de 1985: 408 TOW más;
  • 24 de noviembre de 1985: 18 misiles antiáereos Hawk;
  • 17 febrero de 1986: 500 TOW;
  • 27 febrero de 1986: 500 TOW;
  • 24 mayo de 1986: 508 TOW y 240 piezas de repuesto para ellos;
  • 24 de agosto de 1986: más piezas de repuesto para los TOW;
  • 28 de octubre de 1986: 500 TOW.

La operación varió el 5 de diciembre de 1985 cuando McFarlane, uno de los cerebros de la trama. dimitió por causas personales, fue sustituido por John Poindexter que decidió variar el rumbo y, en lugar de vender armas a los opositores iraníes, que eran pocos y no tenían dinero ni oportunidades de éxito. Venderían esas armas a Irán de forma indirecta, los secretarios de estado y de defensa, George Schultz y Caspar Weinberger se negaron.

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Oliver North, uno de los cerebros de la trama Irán-Contra

McFarlane viajó a Londres para reunirse con miembros de Israel y con traficantes de armas que usarían su influencia como proveedores de material bélico para asegurarse de no interrumpir el flujo de venta de armas, por un lado, y la liberación de los ciudadanos estadounidenses secuestrados en Líbano por milicias chiíes y Hezbollah, dentro del contexto de guerra civil que asolaba Líbano desde 1975.

Por la mala gestión de la situación McFarlane se ve obligado a dimitir, asumió su puesto Oliver North, que propone vender las armas y desviar los beneficios para financiar a la contra nicaragüense. Irán, desesperado por contener a los iraquíes y, además, utilizados por la maquinaria estadounidense y sus colabores encubiertos, estaban pagando una de las operaciones de insurreción más grandes de la historia y que más daño harían a centroamerica. Estados Unidos pretendía sacar provecho de esta situación para obtener ventaja sobre la URSS y acabar con la revolución iraní desde dentro. Se estaban dando los primeros pasos que anticipaban el mundo de la última década del siglo XX y lo que llevamos de siglo XXI. (Foto: Wikimedia Commons)


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