El maltrato a los hombres

Se han vivido muchos experimentos sociales enfocados a conocer las reacciones de los ciudadanos ante diferentes tipos de agresión. En el caso de que un hombre agreda a una mujer la sociedad, generalmente, reaccionaba atacando al hombre agresor y protegiendo a la victima lo cual es encomiable, pero el problema venía cuando la mujer agredía al hombre. En estos casos muy pocas personas intervenían, veían las agresiones como un show o como algo divertido lo cual nos hace pensar que apenas hay sensibilidad en las agresiones de mujeres a hombres.

Esto nos enseña a que la violencia hacia el hombre ha sido invisibilizada y al mismo tiempo sexualizada. El agresor material puede ser hombre o mujer como condición objetiva pero la percepción de la agresión no es objetiva sino que se ha subjetivizado siguiendo criterios sexuales creando la imagen del hombre como un eterno agresor, maltratador o violador desde diferentes secciones ideológicas enfocadas a la destrucción de la relación hombre-mujer y de la convivencia de pareja. Esto ha quedado bien claro y, desde luego, casi NUNCA se habla de las agresiones hacia los hombres.

Pero aparte de las agresiones hacia los hombres hablemos de la exclusión sexual. ¿No es curioso que la mayoría de las personas pobres o sin techo sean hombres?, ¿que la mayoría de muertos laborales sean hombres?, cierto es que la mayoría de los accidentes de labores domesticas son de mujeres.

Pero volvamos al tema. De entrada debemos ser capaces de entender que la violencia doméstica es un grave problema social que se desarrolla en el ámbito de las relaciones personales más intimas. Hablamos de violencia física y psicológica dentro del entramado de la familia, lo cual supera las barreras del sexo. Pensar que la violencia está reservada sólo a una segmento de la población y realizar un mapa de agresores y victimas organizados en torno al sexo es un ERROR.

Las alarmantes, altísimas, vergonzosas y preocupantes estadísticas de agresiones físicas y psicológicas, así como el numero de mujeres muertas a manos de sus parejas nos empuja a solidarizarnos totalmente con las víctimas, apoyar las medidas a favor de estas para enfrentar esta lacra social y encerrar a estas personas que son un peligro para la sociedad.

Pero, ¿Si la agresora es ella?

¿Seríamos capaces de detectar los casos de violencia domestica de ella hacia él?, ¿y los casos de agresiones psicológicas?, ¿cuanta tolerancia tenemos hacia la violencia si vemos a una mujer agrediendo a un hombre?. ¿cuantos casos no se detectan por miedo o vergüenza a denunciar?.

Sí, muchas veces existe la sensación de vergüenza por ser maltratados psicológicamente. Esto se detecta en casos como bullying, que se ha convertido en un grave problema de convivencia en las aulas. La incapacidad de enfrentarse al agresor genera una destrucción de la autoestima y muchos hombres que tienen relaciones sentimentales con mujeres de personalidad maltratadora sufren de autoestima baja debido a que, casi siempre, el ataque va dirigido a los sentimientos masculinos y este acoso logra destruir la propia autoestima.

Tanto es así que se han dado varios casos en poco tiempo:

  • Se llegó a condenar a veinte años de prisión a Michelle Carter por el homicidio involuntario de su novio, Conrad Roy, después de enviarle un mensaje de texto animándole a quitarse la vida con la frase: «Hazlo y punto». (Noticia completa)
  • En Argentina Nahir Galarza (de 19 años) fue condenada a cadena perpetua por asesinar a su novio, Fernando Pastorizzo, que murió por impactos de bala (Noticia completa aquí);
  • En abril de 2016 en España una mujer intentó asesinar a su novio atropellándolo con su coche. La sección décima de la Audiencia Provincial de Alicante juzgará el hecho;
  • El cinco de febrero de 2019 una mujer fue detenida por intentar envenenar a su marido, que no quiso comer las natillas envenenadas, a lo que ella le llevó a la ducha para ducharse juntos y allí trató de matarle tirándole al suelo y golpeándole con una botella;
  • El 31 de marzo de 2019 un chico llamó a la policía local de Agra del Orzán (La Coruña) porque su madre estaba golpeando a su padre con una tijeras y un martillo…y así varios ataques en poco tiempo.
  • En abril de 2019 un hombre desapareció en Castro Urdiales (Cantabria). La mujer coció su cabeza y la entregó a su vecina que, al abrir la caja descubrió el miembro y avisó a la policía. En este caso la prensa incluso bromeó sobre el tema:

El problema es complejo ya que el tipo de agresiones que padecen ellos (en muchas ocasiones) es de corte psicológico y quedan indefensos, anulados y menospreciados por lo que la agresora aprovecha el debilitamiento de la moral de su pareja para hundirle sabedoras de que no existen organizaciones, grupos o lobbys que protejan a los hombres que pasan por el infierno del maltrato.

Un tipo de maltrato psicológico que se puede realizar por parte de las mujeres contra sus ex novios o ex maridos consiste en usar denuncias falsas de maltrato para provocar el inicio de procesos judiciales como venganza, lo cual copa un espacio en el que se podrían resolver los casos verdaderos de violencia contra las mujeres. El uso o manipulación de los propios hijos para ponerlos en contra de su padre (a través de la figura de la alienación parental) que genera daño en los vástagos y en la ex pareja.

Un tema tabú del que se ha ido hablando trata de los infanticidios, en el cual la criminóloga Beatriz de Vicente declaró que el 70% de los infanticidios (asesinatos de los propios hijos) son llevados a cabo por las madres o por mujeres:

12 de agosto de 2015: Zaida P. degolló a su bebé de tres meses en un cementerio mientras gritaba: «Satán, ven a mi»;

El 9 de diciembre de 2015: Mireia P., arquitecta y políglota, salta de su casa (un decimotercer piso) con sus dos hijas (Sira de 10 meses y Bruna de 11 años) muriendo las tres. Un tercer hijo se salvó al no estar en la casa;

El 1 de agosto de 2017: Raquel M. tras discutir con su marido (que se quería separar) abandona la casa con su hija. El hombre, al día siguiente, al ver que no aparecen comienza a buscarlas con su familia y ambas aparecen ahorcadas;

Caso Gabriel Cruz (2018): un niño de ocho años es asesinado por la pareja sentimental de su padre en Almería (España), tras una ardua búsqueda se descubre el cuerpo deteniéndose a la presunta asesina;

El 18 de febrero de 2018: se reportó que una mujer de 85 mató a su hijo discapacitado y por acuerdo entre fiscalía y defensa quedó en libertad con la obligación de someterse a un examen psiquiátrico;

23 de marzo de 2018: Una chica de 19 años acude al hospital con síntomas de haber dado a luz pero sin el bebé la mujer, de origen marroquí, no dijo nada del mismo hasta que no llegaron los suegros con una bolsa y el bebé dentro, una niña, que había sido apuñalado hasta la muerte. La chica declaró que no quería tener hijos.

Hay casos brutales en los cuales no se matan a los hijos biológicos sino también a los hijos adoptados, como en el caso Asunta Basterra (2013) en el cual un matrimonio acabó con la vida de su hija adoptiva.

Una sociedad madura es una sociedad capaz de enfrentarse a sus propios problemas de forma realista, sin intereses particulares de índole lobista o económico. Debemos ser capaces de reconocer la violencia allí dónde se produzca sin que importe quién es el agresor, su raza, religión o sexo. El sexo del agresor no debe importar. Quién debe tener todo el foco de atención y de protección es la victima, sea quién sea, y el agresor debe ser castigado sin ningún tipo de duda. (Foto: Carlo Villarica)


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3 comentarios en “El maltrato a los hombres

  1. Antonio Monge (@AntonioMonge) dijo:

    toda la razón! pero qué hacer cuando el maltrato psicológico se esconde detrás de la pasión del Amor de un hombre por una mujer? en esos casos es siempre un maltrato consentido, una costumbre creada de la cual es difícil sacar a ese hombre enamorado…ciego, al que le llevan las cuentas y pagos, le programan diariamente, le organizan hasta el pensamiento, le prohíben y le incentivan coaccionando continuamente, le vigilan mientras se quejan de ser vigiladas para disfrutar si cabe de más autoridad; cómo haces ver la luz de tantos y tantos hombres manipulados? si es difícil que un hombre denuncie cuando recibe un cachete…cómo liberamos a esos hombres que no se dan cuenta de su maltrato hasta que se quedan solos y sin nada?

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    • koldo dijo:

      El maltrato es un delito y como tal está tipificado, lo que ocurre es que el maltrato psicológico implica lavado de cerebro, pérdida de la propia voluntad y demás. Lo hay tanto en hombres como en mujeres. El problema es el trato diferente ya que no se procede igual cuando el victimario es un hombre o una mujer una vez judicializado el maltrato e iniciado un proceso judicial. Lo único que se pide es igualdad.

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