Una de las características más llamativas de los conflictos armados es que tienden a extenderse a otros países y genera contagios políticos pero, al mismo tiempo; está el contagio social entre grupos nacionales de los países en conflicto: en este caso rusos y ucranianos.

La presión mediática ha sido clara en contra de Rusia y eso ha animado a sectores de la población a tener una posición políticamente antirusa pero también socialmente afectando a la vida de los ciudadanos rusos en España.

La llegada de grupos de ucranianos refugiados a España se sumó al contingente de ciudadanos ucranianos afincados en nuestro país. Algunos de estos refugiados pertenecían a grupos nacionalistas ucranianos y están iniciando campañas en contra de los rusos en España.

La estrategia de buscar líderes comunitarios, amenazar y querer atacar recuerda a la estrategia en contra de los rusos en Ucrania e, incluso, contra los sacerdotes y responsables religiosos de la Iglesia Ortodoxa Rusa.

La llegada a España de estos grupos y sus actividades genera tensión y amenaza con provocar una crisis intercomunitaria de gran calado trayendo la Guerra de Ucrania a nuestro solar y eso no debería ser permitido. Las actividades rusas a nivel cultural, social y educativo no debería ser objetivo de vigilancia y acecho por parte de los grupos ucranianos en España ya que eso genera una gran tensión. Si quieren pelear contra los rusos ¿Qué hacen aquí?, ¿por qué no se van a luchar a su país?.

Las actividades ucranianas y de opositores rusos ya generaron graves tensiones dentro de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Madrid por motivos políticos dentro de lo que debería ser un templo religioso que dejase fuera toda referencia a conflictos políticos por lo que la persecución, los ataques y movimientos de presión son constantes.

España como estado, administración y sociedad no debe permitir que públicamente unos grupos tengan en el punto de mira a otras personas por su mero origen o actividades comunitarias, cada comunidad tiene líderes y proyectos. Pensar que una comunidad pueda intentar agredir a otra va en contra de los principios básicos de la democracia en nuestro país y de nuestra vieja nación que ya ha conocido tiempos de persecución.

Los rusos y ucranianos de buena fe no tienen por qué llevarse bien o relacionarse entre si no lo ven necesario o están enfrentados por la guerra, allá cada uno con su libertad personal, que cada uno se relacione con quién quiera pero lo que no se va a permitir es la persecución, acoso y actitudes amenazantes de constante persecución y ataque.

Los rusos viven y trabajan aquí…no han traído la guerra a España mientras que grupos radicales ucranianos pretenden eso precisamente. De hecho el presidente ucraniano Zelensky ha denunciado que en España se celebre la manifestación del Regimiento Inmortal y es que Zelensky no deja de meterse en los asuntos de otros países…parece que en vez de querer defender su país quisiera forzar a los demás a perseguir a los rusos, ya logró forzar malas relaciones entre las naciones occidentales y Rusia ¿ahora va a por los ciudadanos rusos en Europa?, ¿es su estrategia monitorizar y perseguir rusos también fuera de su país?.