El triángulo Hala´ib, tensión entre Egipto y Sudán

En el paralelo 22 se sitúa la frontera entre Sudán y Egipto, frontera heredada de la descolonización ya que fue la zona establecida por el condominio británico-egipcio para separar ambas regiones administrativas del Imperio Británico en 1899. En la región del sur del Egipto británico, lindando con el norte de la Sudán británica, se encontraba el triángulo Hala´ib.

Esta región se compone de una inmensa región desértica entre el río Nilo y el mar Rojo, una región estéril pero de importancia estratégica porque unía el África negra británica, el mar Rojo/océano Índico Egipto, convirtiendo el río en una carretera que desembocaba en el Mediterráneo (y de ahí a Reino Unido u otros países de la rivera norte del Mediterráneo o Imperio Otomano (hasta su caída y sustitución por los mandatos francés y británico en Oriente Medio.

En 1902, por las dificultades del terreno el triángulo Hala´ib salió de la esfera de influencia británica de Egipto y pasó a ser gestionada por la administración británica de Sudán, entregando la región a la administración de la tribu Ababda, entregando las tierras de pastoreo de la tribu Beja (al norte del paralelo 22).

La cesión se realizó por las complicaciones a la hora de acceder a la región desde el norte y la relativa facilidad a la hora de acceder a este territorio desde el sur. Asimismo, las costas de Hala´ib son ricas en recursos pesqueros.

El conflicto llegó con las independencias. Egipto logró la independencia del Reino Unido en 1922 y Sudán (también de Reino Unido) en 1956, el gobierno de El Cairo reclamaba el territorio de Hala´ib en virtud del acuerdo de condominio británico-sudanés de 1899, que establecía la frontera en el paralelo 22 y Sudán en virtud a la modificación de la frontera realizada en 1902.

En virtud del principio del Utis Possidetis Iuris, (prohibición de modificación de las fronteras heredadas de la descolonización) Sudán se agarró a su derecho a retener esta región. En 1958 Gamal Abdel Nasser envió tropas egipcias a Hala´ib, pero las retiró poco después. Curiosamente el triángulo Bir Tawil, una durísima región desértica administrada por Egipto al sur del paralelo 22 fue abandonada por Egipto y no reclamada por Sudán, por lo que se convirtió en Terra Nullius (tierra de nadie).

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Amarillo: Egipto, Azul: Sudán (ahora Sudán y Sudán del sur) y Verde: Triángulo Hala´ib

El conflicto estaba en Hala´ib ya que ambos países necesitaban acceder a las rutas comerciales que ofrecía la región así como a sus recursos pesqueros y petrolíferos que se esconden bajo sus aguas.

Desde 1958 hasta 1992 Sudán retuvo la soberanía y el control del territorio que, desde la salida de Reino Unido, han envenenado las relaciones entre El Cairo y Jartum, la retirada se produjo después de la protesta de Egipto frente a Sudán por la cesión de la explotación de los recursos petroleros a la Canadian Oil Company, una compañía petrolera canadiense.

En ese momento, y tras negociaciones trilaterales el acuerdo terminó con la retirada de la compañía canadiense hasta la resolución del conflicto por la soberanía (manteniendo los acuerdos ya firmados con Sudán y que deberían ser aceptados por Egipto y es el país que obtiene la soberanía), Sudán abandonaría la zona en el año 2000 y Egipto pasaría a ocupar la región.

Sin embargo el problema volvería en 2004 cuando el presidente sudanés, Omar al Bashir, declaró que «No hicimos concesiones … La prueba es que recientemente hemos renovado la queja al Consejo de Seguridad» refiriéndose a la toma de control de facto del territorio por parte de Egipto en el año 2000 tras la retirada de Sudán, y en 2010 volvió a tratar el tema en Port Sudán durante un evento político en el que declaró que Hala´ib era y siempre sería de Sudán.

Desde ese momento, el año 2000, los egipcios han comenzado un proceso de egipciación del territorio mediante una mejora en la calidad de los servicios mínimos de electricidad, sustituyendo la anticuada infraestructura sudanesa por una que entregaba energía a la región. Además de contar con el aval de la ONU, unas tribus que habitan la zona (los Ababda, el-Basharya y Beja apoyaban a los egipcios mientras que los Bisharin, Hamad-Orab and Aliyaab quieren volver a Sudán. Particularmente los Bisharin han resultado los más difíciles de controlar para los egipcios, que han tenido que luchar militarmente contra revueltas en este territorio.

Sin embargo, a pesar de conectar el territorio con el resto de Egipto a nivel de infraestructura y transpoder el mayor peso de control sobre esta región está en la política de asentamientos, varias ciudades como Halayeb de pueblos a ciudades, sobre todo teniendo en cuenta la cercanía de ciudades egipcias potentes y los incentivos creados para llevar a los egipcios a esos territorios.

Sin embargo el conflicto amenaza con desestabilizar una zona muy complicada, ya que el eje Egipto-Sudán junto con el peligroso triángulo Etiopía-Somalia-Eritrea-Yibouti puede provocar problemas a largo plazo en esta zona.


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