Desde el triunfo de la revolución cubana, Washington no se ha llevado bien con los Castro, hasta tal punto que, como siempre hacen los estadounidenses, decidieron castigar a la población civil sometiéndolo a un brutal bloqueo en el que participaron también los vasallos de Estados Unidos.

Al mismo tiempo que esto ocurría, los Estados Unidos clamaban al cielo sobre la situación de pobreza de los cubanos, pobreza provocada por el propio bloqueo de Washington. Desde hace unos años y desde que quién lleva el timón de Cuba es Raúl Castro las relaciones Washington- La Habana se están descongelando a un ritmo vertiginoso lo cual molesta mucho a la comunidad cubana exiliada en Miami.

Y hoy se produjo el disloque cuando ante la Asamblea General de la ONU Estados Unidos, representada por Samantha Power se abstenía en las votaciones sobre el bloqueo a Cuba aunque manifestó la preocupación por el estado de los Derechos Humanos en la isla. El embajador de Cuba ante la ONU declaró que era un buen paso.

Pero no olvidemos que hay truco ya que las resoluciones de la Asamblea General NO son vinculantes, en realidad son brindis al sol, por lo que en realidad el bloqueo hacia Cuba reside en la ley Helms-Burton de 1960 endurecida en 1996 por lo que realmente el fin del bloqueo vendrá con la derogación, por parte del Congreso de los Estados Unidos, de esta ley.

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