El acoso marroquí a Mauritania

La relación entre Marruecos y Mauritania es un tema de creciente relevancia en la geopolítica del norte de África y el Sahel. A pesar de compartir lazos culturales e históricos, las tensiones y disputas territoriales han animado debates sobre si Marruecos constituye un peligro para la soberanía, integridad territorial y estabilidad interna de Mauritania tras todas las injerencias llevadas a cabo por Marruecos como por ejemplo en en 2019, durante las elecciones presidenciales en Mauritania, se alegó que Marruecos había brindado apoyo a ciertos candidatos de la oposición que eran considerados más favorables a sus intereses.

Marruecos también ha presionado a Mauritania para que no reconozca al Frente Polisario ni apoye sus reclamaciones, utilizando su influencia diplomática así como la generación de dependencia de Marruecos en materia de infraestructura, si bien la inversión marroquí ha sido buena sectores mauritanos protestan porque eso puede devenir en dependencia, que es lo que Marruecos estaría buscando.

La historia de las relaciones entre Marruecos y Mauritania se remonta a décadas atrás y está marcada por una serie de conflictos territoriales y desafíos relacionados con la identidad nacional. Tras la descolonización en el siglo XX, la región del Magreb enfrentó múltiples tensiones, especialmente en torno al Sáhara Occidental, un territorio rico en recursos que ha sido centro de disputas entre Marruecos y el Frente Polisario, que busca la independencia del Sáhara.

Aunque Mauritania renunció a sus reclamaciones sobre el Sáhara en 1979, las repercusiones de este conflicto han dejado una huella en las relaciones bilaterales. Marruecos ha mantenido posiciones dominantes, lo que ha generado inquietudes en Mauritania sobre su integridad territorial y soberanía.

De hecho sobre este tema, por vinculación históricas entre los pueblos saharaui y mauritano y sus vínculos históricos, culturales, lingüísticos y étnicos, Mauritania aunque no apoya al POLISARIO de forma explicita sí apoya al pueblo saharaui y ha otorgado refugio y apoyo humanitario. Desde la sociedad mauritana existe una relación de solidaridad con los saharauis que el gobierno también manifiesta aunque sin tener un apoyo expreso, lo que genera una gran tensión con Rabat.

Lo cual enlaza con uno de los principales puntos de contención es la cuestión de la soberanía. A pesar de la renuncia de Mauritania a sus derechos sobre el Sáhara Occidental, Marruecos ha continuado realizando reclamaciones sobre el sur de Mauritania. Esta actuación crea un ambiente de desconfianza, donde la seguridad de Mauritania y su soberanía nacional están en tela de juicio.

Las acciones de Marruecos, incluyendo la movilización de tropas a lo largo de la frontera y la reafirmación de sus posiciones sobre el territorio, contribuyen a una percepción de amenaza hacia la integridad territorial de Mauritania. La posibilidad de que las tensiones se transformen en un conflicto abierto representa un riesgo significativo para el país.

El Sáhara Occidental no solo es un punto de conflicto en términos de territorio, sino también respecto a la explotación de recursos naturales. Marruecos ha llevado a cabo actividades de extracción en el Sáhara, lo que plantea cuestionamientos sobre los derechos de Mauritania a esos recursos. La falta de un acuerdo claro sobre la gestión de estos recursos crea una dinámica de desconfianza y puede llevar a futuros conflictos sobre el acceso a las aguas territoriales y los recursos adyacentes.

Por lo que Marruecos no sólo ansía las aguas territoriales españolas de las Canarias y el submarino monte tropic, sino que en ese plan geopolítico, que implica una dinamización de recursos y rutas que pondrían a Marruecos como el referente geopolítico del Mediterráneo Occidental, existe una contienda en las aguas mauritanas que Marruecos también desea ocupar.

La manipulación de recursos naturales por parte de Marruecos, sin consultar a Mauritania, puede verse como una forma de violación de la soberanía económica del país. La dependencia económica que Mauritania tiene de sus relaciones comerciales con Marruecos agrava esta situación, ya que puede hacer que el país se sienta presionado a ceder ante las demandas marroquíes.

Marruecos ha incrementado su presencia militar en la frontera con Mauritania, realizando ejercicios militares y movilizando tropas, lo que puede interpretarse como un acto de intimidación. Este fortalecimiento militar plantea preocupaciones sobre la seguridad nacional de Mauritania, obligando al país a considerar medidas defensivas para garantizar su integridad y autonomía.

Además, la influencia política de Marruecos a través de operaciones diplomáticas en la región puede hacer que Mauritania se vea atrapada en una red de presiones externas, que podrían comprometer su capacidad para tomar decisiones soberanas debido a las presiones indirectas en un país que tiene una frontera muy delicada con Malí. Las inversiones de Rabat en proyectos de infraestructura en Mauritania, aunque pueden resultar atractivas desde una perspectiva económica, también pueden generar dependencia y limitaciones en la formulación de políticas soberanas.

Para ello Mauritania, acosada por Marruecos, tiene unas relaciones cordiales y positivas con Argelia con quién comparte frontera y tienen en común una serie de acuerdos geopolíticos, aunque con ciertas tensiones por las dinámicas geopolíticas de la región, pero cordiales de apoyo diplomático, colaboran en la Unión Africana (UE) y la Comisión de la CEDEAO e intentan hacer tándem frente a la mala fe de la diplomacia marroquí en la región contra Mauritania, Argelia y lo que queda del Sáhara.

Por lo que la presión y el acoso geopolítico de Marruecos también afectan la estabilidad interna de Mauritania. Las acciones de Marruecos pueden despertar un sentido de inseguridad y desconfianza en la población mauritana, creando divisiones y tensiones sociales que amenazan la cohesión nacional. Los movimientos de políticas exteriores de Marruecos podrían tener una repercusión en la percepción de identidad nacional en Mauritania, lo cual puede instigar protestas o movimientos de oposición.

El contexto geopolítico volátil de la región, marcado por la actividad de grupos terroristas y la inestabilidad en el Sahel, hace que la influencia marroquí se sienta aún más pesada. Los desafíos de seguridad y la lucha contra el extremismo en el Sahel pueden verse exacerbados por las tensiones entre estos dos países.

La relación entre Marruecos y Mauritania es compleja y multidimensional, con implicaciones profundas para la soberanía y estabilidad de Mauritania. Marruecos es un peligro y las evidencias geopolíticas lo sugieren cada vez más, el apoyo a la desestabilización de la región tiene sus consecuencias y su comportamiento geopolítico y militar ha generado preocupaciones legítimas sobre el futuro de Mauritania. Las reclamaciones territoriales, la explotación unilateral de recursos y la presión militar afectan la seguridad y la cohesión interna de Mauritania ya que la presión marroquí puede generar sentido de inseguridad y pérdida de identidad nacional generando sentimientos contra el gobierno mauritano y estableciendo momentos y movimientos de inestabilidad que unido a lo inestable dela zona aumenta la volatilidad.

Para combatir a Marruecos, Mauritania debe centrarse en fortalecer sus instituciones internas y fomentar un sentido de identidad nacional que resista cualquier presión externa y realizar una gran inversión en desarrollo social, diplomático y económico diversificando su economía para atraer a otros inversores y llevar a cabo un programa de diplomacia pública. La promoción de políticas que prioricen la independencia económica y la sostenibilidad puede ser crucial para reducir la vulnerabilidad del país ante influencias externas y hostiles como las de Marruecos.

En un mundo donde las dinámicas geopolíticas cambian rápidamente, la capacidad de Mauritania para navegar su relación con Marruecos será fundamental para su soberanía, estabilidad y desarrollo futuro. La cooperación regional y la búsqueda de soluciones a esta situación serán claves para enfrentar los retos que presentan esta relación desigual que Marruecos ha podido establecer con Nuakchot pero también con Madrid y su intento con Argelia. Mauritania debe garantizar un entorno más seguro y prospero para si. (Foto)

Fuentes:

  1. «Morocco and Mauritania: A History of Tensions» – Este artículo de la International Crisis Group ofrece un análisis de las tensiones históricas entre Marruecos y Mauritania, centrándose en temas territoriales y de seguridad. Link a International Crisis Group
  2. «The Western Sahara Conflict: A Beginner’s Guide» – Este informe de BBC News proporciona una visión general del conflicto del Sáhara Occidental, incluyendo la implicación de Marruecos y el impacto en Mauritania. Link a BBC News
  3. «Regional Security and the Challenges of Terrorism in West Africa» – Este documento del Center for Strategic and International Studies (CSIS) explora cómo las tensiones geopolíticas entre Marruecos y Mauritania pueden influir en la seguridad regional en el Sahel y en la lucha contra el terrorismo. Link a CSIS
  4. «Mauritania: A Country Study» – Publicado por The Library of Congress, este estudio proporciona información sobre la historia y la política de Mauritania, destacando la influencia de Marruecos y los desafíos territoriales que enfrenta el país. Link a Library of Congress
  5. «Sahara: A Brief History of the Western Sahara Conflict» – Este artículo de Al Jazeera analiza la historia del conflicto en el Sáhara Occidental y su impacto en las relaciones entre Marruecos y Mauritania, destacando las preocupaciones sobre la soberanía y la integridad territorial. Link a Al Jazeera

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