La operación de Rusia en Ucrania ha puesto de rodillas al país, cuestionado las instituciones de la OTAN y de la UE y demostrado una debilidad de Europa Occidental que Rusia ha estudiado muy bien desde hace años. Rusia sabe que las líneas rojas de Occidente están muy por encima de sus proyectos por lo que no se enfrentan a peligros reales. Desde el año 2014 Rusia ha estado preparando su economía para la desconexión del sistema internacional al que sería sometido si diera el paso de tomar Ucrania.
Ahora bien, dicho esto ¿y luego qué?. Los rusos están dejando claro que esta no es una operación de anexión sino que es una operación restringida a dos objetivos:
Destrucción de la capacidad militar de Ucrania;
Destrucción del actual sistema de gobierno en Ucrania.
La caída de los oligarcas antirusos y del gobierno augura una serie de problemas de base para Rusia porque la consecución de objetivos implica un futuro incierto para Kiev. La infraestructura militar del país, destruida, tardaría años en ser reconstruida y, desde luego, estaría fiscalizada por los ojos de MOscú y, al mismo tiempo, por la autocontención de los ucranianos ya que esta guerra no es sólo contra Kiev sino que es un portazo que evite un futuro resurgimiento en el país, que podría quedar fiscalizado durante décadas y, por otro lado, un aviso a navegantes.
La expansión de la OTAN, que tiene fronteras con Rusia en los estados bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) fue un error táctico de Rusia, que fue incapaz de contener esos movimientos por lo que los avisos a Finlandia y Suecia dan buena cuenta de que Ucrania no es sólo una operación sino un mensaje.
Precisamente lo que Rusia, en una nueva versión de la Doctrina Breznev, pretende es llevar a cabo una segunda finlandización de su entorno de tal forma que los países que no sean aliados sinceros y estrechos como Bielorrusia al menos no molesten. Cierto es que Moscú entiende que el espacio eslavo y postsoviético natural no contempla ni a Finlandia ni a Suecia, que provocaría una reacción más seria de Europa que el ataque a Ucrania, visto como un estado ajeno y problemático.
El problema está en lo siguiente:
Si Rusia logra su objetivo primordial y acaba con el actual gobierno de Zelensky ¿qué pasará con la Rada Suprema?. Los elementos políticos actuales de Ucrania no tolerarían un presidente proruso por lo que el descabezamiento implica el fin de la Rada Suprema y de la estructura de gobierno ucraniano.
SE PRESENTAN DOS FUTUROS
1- Ucrania, sin contar con Crimea ni Novorussia se convierte en un estado desarmado, finlandizado y neutral en la nueva configuración de esta Segunda Guerra Fría y pasa a estar en la esfera de Moscú;
2- Ucrania, sin contar con Crimea ni Novorussia, desarmado y descabezado es insostenible tras la caída del gobierno de Zelensky y la sustitución de la Rada Suprema por lo que cae en la guerra civil entre ucranianos y rusoucranianos produciendo una ruptura efectiva del país en tres entes:
–Novorussia (ya reconocida por Rusia) en los Oblast de Donetsk y Lugansk;
–Ucrania rusa como estado étnico cultural ruso de reconocimiento limitado en el centro-este;
–Ucrania nacionalista compuesto por ucranianos étnico-lingüísticos en la zona centro-occidental y que representaría al estado ucraniano de 1991 en las zonas donde no ha perdido territorio.
LA CAMPAÑA RUSA
A nivel militar Moscú busca llevar a cabo una operación rápida donde prime la consecución de objetivos militares y el rápido colapso del gobierno, razón por la cual Putin ha llamado a los militares ucranianos a derrocar a Zelensky y se están movimiento noticias de que los rusos están dispuestos a aceptar la rendición de todos los ucranianos que quieran entregarse.
Por otro lado Putin ofrece una reunión en Minks, los ucranianos prefieren Varsovia. esto se debe al intento de colapsar psicológicamente al gobierno de Kiev ya que mientras llama al golpe de estado también propone negociar para solventar la crisis.
Rusia tiene prisa porque sabe que una operación de estas características debería estar acabada lo antes posibles para rentabilizar bajas, no empantanarse, el objetivo es netamente geopolítico y de castigo, no busca anexionar territorios ni dominar militarme la situación sino, como decimos arriba, forzar un cambio favorable a Moscú.
Las operaciones rápidas de estas características permiten mostrar una solidez tanto en la coordinación como en el procesamiento de información y al mismo tiempo rentabilizar líneas de suministros y asumir un coste económico asumible ofreciendo una superioridad total, la no consecución de los objetivos: razón por la cual Zelensky busca alargar la situación y blindar Kiev es precisamente hacer brotar las debilidades estructurales del ejército ruso en la penetración del país alejando a las tropas rusas de sus líneas fronterizas (Rusia y Bielorusia) y atraerlos al interior del territorio ucraniano donde plantear una guerra asimétrica en la estepa ucraniana y, al mismo tiempo, guerrilla urbana.
Sin embargo Rusia, consciente de la estrategia de Kiev, juega con el tiempo también de ahí el vertiginoso avance y el cerco a Kiev.
En esto la postoperación es interesante también ya que una vez logrado el objetivo, que no debería tardar más de 168 horas (7 días) se retirarían dejando las consecuencias políticas internas (la posible partición o guerra civil) en manos de los ucranianos desvinculándose de los resultados de la misma ya que tanto una ucrania bajo el control de Moscú como en guerra civil o partida en tres trozos (los arriba señalados) es una victoria táctica rusa ya que lograría el colchón que necesita.
Ya que Rusia, con la neutralidad finlandesa está cómoda y con la amistad de Bielorrusia está encantada, con la beligerancia báltica sabe que no puede hacer nada porque forma parte de la OTAN pero, sobre todo, con una Ucrania desmontada militar y políticamente o simplemente balcanizada con la zona centro-oriental totalmente amistosa con Moscú, Rusia se sentiría totalmente cómoda en su espacio geopolítico. Una Bielorrusia II que protegiera su frontera de la OTAN y la UE sería la mejor manera de reclamar su posición no ya como mera potencia regional sino como potencia geopolítica por derecho propio.
¿Y los ucranianos?…sufriendo en medio de la refriega.