La Alianza de Sinjar, la estructura kurdo-yazidí de Irak

En el corazón de un territorio marcado por la historia, la tragedia y la resiliencia, emerge la Alianza de Sinjar, un nombre que resuena con ecos de esperanza y determinación en medio de la adversidad. Esta coalición, nacida del crisol del conflicto y la necesidad imperiosa de proteger a la comunidad yazidí, se erige como un faro en un paisaje fragmentado, donde las líneas entre la supervivencia y la desesperación a menudo se difuminan.

La Alianza de Sinjar, conocida en kurdo como «Fermandariya Hevbeş a Şengalê» (Comando Conjunto de Sinjar), representa una unión de fuerzas, una amalgama de milicias yazidíes decididas a salvaguardar su pueblo de las garras del extremismo y la opresión. Originalmente compuesta por tres grupos principales —las Unidades de Resistencia de Sinjar (YBŞ), las Unidades de Mujeres de Êzîdxan (YJÊ) y la Fuerza de Protección de Êzîdxan (HPŞ)—, la alianza ha evolucionado con el tiempo, marcada por tensiones internas y realineamientos estratégicos.

El contexto en el que surgió la Alianza de Sinjar es fundamental para comprender su significado y su razón de ser. El año 2014 marcó un punto de inflexión en la historia de la región, cuando el autodenominado Estado Islámico (ISIS) desató una ola de terror sobre la comunidad yazidí, perpetrando masacres, secuestros y esclavitud sexual a una escala inimaginable. La masacre de Sinjar, en agosto de ese año, dejó una cicatriz imborrable en la memoria colectiva yazidí y sirvió como catalizador para la formación de la alianza.

Las YBŞ, compuestas por hombres y mujeres yazidíes, se han convertido en un símbolo de resistencia y autoafirmación. Con raíces que se remontan a 2007, estas unidades han desempeñado un papel crucial en la defensa de Sinjar y sus alrededores, a menudo con el apoyo del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y sus aliados. Las YJÊ, integradas exclusivamente por mujeres yazidíes, muchas de ellas supervivientes de la brutalidad de ISIS, encarnan la determinación y la fuerza de un pueblo que se niega a ser silenciado.

Sin embargo, la Alianza de Sinjar no ha estado exenta de desafíos internos. La Fuerza de Protección de Êzîdxan (HPŞ), que inicialmente aportó el mayor contingente de combatientes a la alianza, se retiró en 2017 debido a diferencias ideológicas con las YBŞ, respaldadas por el PKK, disuelto en 2025. Esta divergencia refleja las complejidades políticas y las tensiones regionales que influyen en la dinámica de la alianza.

A pesar de estos desafíos, la Alianza de Sinjar ha perseverado en su objetivo principal: establecer un sistema de autogobierno democrático en la región de Sinjar, basado en los principios del confederalismo democrático. Esta visión de autonomía y autodeterminación representa un desafío directo al control centralizado del gobierno iraquí y a las ambiciones de otras fuerzas regionales.

La Alianza de Sinjar ha sido objeto de controversia y críticas, especialmente por su estrecha relación con el PKK, una organización considerada terrorista por Turquía y otros países. Esta afiliación ha generado tensiones con el gobierno turco, que ha llevado a cabo ataques aéreos contra objetivos en la región de Sinjar, alegando la presencia de elementos del PKK.

El legado de líderes como Sheikh Khairy Khedr y Zaki Shingali, quienes lideraron las YBŞ y perdieron la vida en la lucha contra ISIS y otras amenazas, sigue inspirando a los combatientes de la Alianza de Sinjar. Su sacrificio y su compromiso con la defensa de su pueblo han contribuido a forjar una identidad colectiva basada en la resistencia y la esperanza.

En un contexto regional marcado por la inestabilidad y la competencia por el poder, la Alianza de Sinjar se enfrenta a un futuro incierto. Sin embargo, su determinación de proteger a la comunidad yazidí y promover un sistema de autogobierno democrático sigue siendo un faro de esperanza en un paisaje fragmentado.

La Alianza de Sinjar, una coalición de milicias yazidíes, surgió tras la masacre de 2014 por ISIS. Inicialmente compuesta por YBŞ, YJÊ y HPŞ, busca proteger a la comunidad yazidí y establecer un autogobierno democrático en la región de Sinjar. A pesar de los desafíos internos y las controversias, la alianza persiste en su objetivo de autonomía y autodeterminación.

Una pregunta que debemos hacernos es, ¿Acercará posiciones la disolución del PKK entre el HPŞ y los demás grupos de la Alianza de Sinjar?, se creará un bloque único y unificado de kurdos yazidies en Irak?

Deja un comentario