El Frente Polisario: La lucha legítima por la autodeterminación saharaui

El Frente Polisario, conocido formalmente como el Movimiento de Liberación del Sahara Occidental, ha sido desde sus inicios el símbolo de la resistencia y la lucha por la autodeterminación de los pueblos saharauis. La existencia y reconocimiento de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) son fundamentales para entender el contexto de esta lucha, pero es importante aclarar que la retirada del reconocimiento de la RASD no altera la legitimidad ni la justicia de los derechos del pueblo saharaui.

El derecho internacional público permite la retirada del reconocimiento de un estado, cosa que algunos países han hecho por presiones de Marruecos pero eso no afecta ni a la lucha del pueblo saharaui, su legitimidad ni la realidad del terreno. Cierto es que hay estados que no reconocen a la RASD debido a la situación política de no ser un estado totalmente formado, con territorios ocupados.

También hay otros subterfugios, reconocer al POLISARIO como único interlocutor y representante válido para los saharauis, rechazando esa atribución que tanto Marruecos como otras organizaciones quieren darse, es un primer paso para, eventualmente, reconocer a la República Árabe Saharaui Democrática, algunos estados toman este camino para evitar confrontación.

Otros estados, no reconocen ni dejan reconocer pero permiten actividades del POLISARIO en su territorio.

El reconocimiento internacional al Polisario y a la RASD ha sido un paso crucial para poner de manifiesto la causa saharaui frente a las injusticias cometidas por Marruecos. Sin embargo, es esencial entender que la lucha del pueblo saharaui no se limita a este reconocimiento diplomático; su derecho legítimo a la autodeterminación trasciende cualquier decisión política de los estados. La persistente ocupación de Marruecos y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos en los territorios ocupados demuestran que reconocer o no la RASD o el Polisario en las estructuras internacionales no cambia la realidad sobre el terreno.

Curiosamente, la defensa de los derechos inalienables del pueblo saharaui no representa un rechazo a los derechos de Marruecos sobre su propio territorio, de ahí que la acusación dada a los que apoyamos al POLISARIO de ser partidarios de un grupo separatista no tiene sentido. Defender la Integridad del Sáhara Occidental, la no anexión de territorios por la fuerza, los principios de soberanía y la no injerencia en sus asuntos internos así como el respeto por las fronteras heredadas de la descolonización, que confirman el derecho de autodeterminación del Sáhara, no presuponen una posición anti marroquí, sino projusticia y derecho.

Si un país invadiera Marruecos o una región, sin derecho, se escindiera se defendería su derecho a la integridad, esa misma que niega al Sáhara Occidental, aunque ese no es el caso. El caso es que Marruecos es potencia ocupante y viola los derechos de los saharauis, cometiendo el crimen de ocupación y saqueo por la explotación ilegítima de sus recursos.

La verdadera cuestión es la justicia y los derechos del pueblo saharaui. La ocupación marroquí, con su represión, explotación y violaciones de derechos humanos, ha sido una fuente constante de sufrimiento para los saharauis. La comunidad internacional debe recordar que estas acciones de Marruecos, en su afán de mantener la soberanía sobre el territorio, violan los principios básicos del derecho internacional y los derechos humanos. Reconocer al Polisario y apoyar su causa es el acto más contundente para rechazar la opresión y defender los derechos humanos de una población que ha sido vulnerable y atropellada durante décadas.

Es fundamental destacar que la lucha saharaui no es simplemente una reclamación territorial; es una lucha por la dignidad, la justicia y la igualdad. La resistencia del Frente Polisario y de las instituciones saharauis refleja el anhelo de un pueblo de vivir en libertad, en un país donde puedan decidir su destino sin coerción ni opresión. Cualquier intento de minimizar o despreciar esta causa contribuye a perpetuar la injusticia y el sufrimiento de los saharauis, quienes muchos de ellos enfrentan una situación de desplazamiento, represión y dudas sobre su futuro.

El reconocimiento del Polisario y la reivindicación de los derechos saharauis son también un acto de solidaridad internacional. Asegurar que los saharauis puedan ejercer su derecho a la autodeterminación en condiciones justas es la mejor manera de garantizar que sus derechos sean respetados. La comunidad mundial debe apoyar la causa saharaui y condenar las acciones del régimen marroquí, que ha ignorado repetidamente los derechos de los saharauis en busca de mantener su control ilegítimo sobre el Sahara Occidental.

En conclusión, la justicia y los derechos del pueblo saharaui deben estar en el centro del debate internacional. Reconocer al Frente Polisario, su lucha y sus instituciones, no solo respalda su legítimo derecho a decidir su destino, sino que también envía un mensaje claro: la opresión y las violaciones de derechos humanos no deben ser toleradas. Los saharauis deben ser considerados los verdaderos protagonistas de su historia y su futuro, y el reconocimiento internacional a su causa es la mejor forma de apoyar sus derechos y dignidad frente a la injusticia perpetuada por Marruecos.

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