El Sahel, clave en la reconfiguración mundial, enfrenta inestabilidad, influencia de Rusia, China y actores regionales, y la retirada de Francia. La región busca autonomía y fortalecimiento, desafiando instituciones occidentales. Europa necesita una relación basada en inversión y cooperación, ante un escenario de multipolaridad y desafíos en seguridad, economía y estabilidad.
El "Gran Marruecos" es una ideología nacionalista que busca expandir las fronteras del reino, incluyendo territorios históricos y culturales como Sahara Occidental, Mauritania y zonas de Argelia y Malí. Influye en política, genera tensiones regionales y refleja un fuerte sentido de identidad y reivindicación territorial en Marruecos.
Argelia, líder firme del Magreb y Sahel, defiende su soberanía, promueve cooperación regional y combate amenazas como el terrorismo. Su postura diplomática, alianzas militares y enfoque en estabilidad reflejan su compromiso con la paz, integridad territorial y desarrollo, consolidándose como la fuerza protectora de la región.
Mansa Musa, rey del Imperio de Mali, enriqueció su reino con yacimientos de oro y realizó una famosa peregrinación a La Meca en 1324, mostrando su poder. Su influencia impactó la economía global, pero las crisis en Egipto y las rutas comerciales provocaron el declive económico de Mali y el cierre de su era dorada.
La salida de Francia de la región del Sahel ha provocado un terremoto. Los golpes de estado de 2021, 2022 y 2023 han transformado la región. Gobiernos africanistas y nacionalistas enfrentados a Occidente, Argelia y con el respaldo y apoyo de Marruecos auguran terremotos geopoliticos en el Sahel.
OTRALECTURA 