El conflicto de Cachemira es uno de los más prolongados y complejos de la historia moderna, con profundas raíces que se extienden a través de la historia colonial, la identidad nacional y las tensiones religiosas. Desde la partición de India en 1947, este territorio ha sido un punto focal de disputas entre India y Pakistán, lo que ha llevado a varias guerras, insurgencias y una creciente militarización en la región.
Cachemira fue un estado principado bajo el dominio británico antes de la partición de la India. En 1947, cuando se fundaron India y Pakistán como naciones independientes, las regiones de mayoría musulmana, como Cachemira, tenían la opción de unirse a uno de los dos países. El maharajá de Cachemira, Hari Singh, optó inicialmente por permanecer independiente. Sin embargo, tras la invasión de tribus de la provincia de Pakistán, el maharajá decidió unirse a India a cambio de ayuda militar, desatando un conflicto inmediato.
El primer enfrentamiento tuvo lugar poco después de la partición, lo que resultó en una intervención de la ONU y la creación de la Línea de Control (LoC) que divide el territorio entre India y Pakistán. Aunque la intervención de la ONU pidió un plebiscito, este nunca se llevó a cabo, dejando la cuestión de la soberanía sin resolver.
Desde la partición, India y Pakistán han luchado en tres guerras importantes (1947, 1965 y 1999) por el control de Cachemira, y el territorio ha experimentado una militarización intensa. La LoC ha sido escenario de frecuentes enfrentamientos y escaladas de violencia, y ambos países han mantenido fuerzas militares significativas en la región.
La insurgencia en Cachemira comenzó a finales de la década de 1980, cuando grupos militantes demandaron independencia o la unión con Pakistán. Esto llevó a un fuerte despliegue militar por parte de India, que ha sido acusado de violaciones sistemáticas de derechos humanos. Las tácticas de respuesta del gobierno indio han incluido detenciones masivas, torturas y restricciones a la libertad de movimiento y expresión.
La población de Cachemira ha sufrido enormemente debido a la violencia y la inestabilidad. Según informes de varias organizaciones de derechos humanos, los civiles han enfrentado extremas consecuencias debido tanto a la represión militar como a la violencia de grupos militantes. La falta de acceso a servicios básicos, la interrupción de la educación y la salud, y la desaparición forzada de personas son problemáticas comunes que afectan a la población local.
El uso de municiones de rimfire, como las «pellet guns», por parte de las fuerzas indias ha generado críticas internacionales, ya que han causado lesiones graves y ceguera permanente a muchos manifestantes.
La comunidad internacional ha mostrado interés en el conflicto de Cachemira a lo largo de los años, aunque la respuesta ha sido, en gran parte, limitada. La ONU ha intervenido en el pasado, pero sus esfuerzos para mediar entre ambos países han sido infructuosos. Los Estados Unidos y otras potencias globales han intentado facilitar diálogos, pero a menudo sus intereses estratégicos han complicado su papel.
Pakistan ha buscado el apoyo internacional en su posición sobre Cachemira, enfatizando la autodeterminación de los cachemires. En contraposición, India aboga por la plena soberanía sobre el territorio, considerando cualquier intervención externa como intromisión.
En años recientes, la situación en Cachemira ha llegado a un punto crítico. En agosto de 2019, el gobierno indio revocó el estatus especial de Cachemira bajo el Artículo 370 de la Constitución India, lo que otorgó a la región una autonomía considerable. Esta medida causó un aumento meritorio en las tensiones, tanto dentro de la región como a nivel internacional. Pakistán condenó esta acción, lo que llevó a una significativa escalada de tensiones diplomáticas.
Desde entonces, han surgido manifestaciones en la región y una fuerte represión militar por parte de las autoridades indias. Además, las restricciones a la comunicación e internet han sido comunes en la región, afectando gravemente la vida diaria de los cachemires.
En 2024, la situación en Cachemira sigue siendo volátil. Los recientes movimientos en la política india también han influido en el clima de tensión. Las elecciones locales en Cachemira transformaron el panorama político de la región ya que siempre en la zona se han boicoteado los procesos electorales como forma de protesta y no reconocimiento de la soberanía india sobre el territorio pero esta vez confluyeron a las elecciones.
Los comicios terminaron con una alta participación y con la entrada de los separatistas en las instituciones quedando Cachemira en manos de una alianza compuesta por el Partido del Congreso y la Regional Conferencia Nacional.
Fuentes
- Ganguly, Sumit. “The Kashmir Conflict: A Historical and Political Analysis.” Journal of International Affairs, vol. 60, no. 1, 2006.
- Rashid, Ahmed. “Pakistan: The Fragile State.” Yale University Press, 2009.
- Schofield, Victoria. “Kashmir in Conflict: India, Pakistan and the Unending War.” I.B. Tauris, 2010.
- Human Rights Watch. “We Have No Orders to Save You: State Participation in Human Rights Violations in Jammu and Kashmir.” 2019.
- International Crisis Group. “Kashmir: Paths to Peace.” Asia Report No. 194, 2010.