José Luis Orella es profesor titular por ANECA de Historia Contemporánea en la Universidad CEU San Pablo. Doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de Deusto y de Derecho Político por la UNED. Autor de libros y artículos sobre la identidad cultural y foral vasca; la construcción de la sociedad civil católica en España y estudios comparativos sobre la formación de la sociedad contemporánea en los países centroeuropeos y orientales con la española.
Entre sus últimos trabajos están: El exilio anticomunista centroeuropeo en la España de Franco, Dykinson, Madrid, 2023; Historia del Fascismo Almuzara, Córdoba, 2023; La España del Desarrollo, Valladolid, Gallandbooks, 2014; Poland and Spain in late Modern and Contemporary Civilization and Culture, 2018. El terrorismo en la Europa del Bienestar, Madrid, Dykinson, 2020 y El Beato Maloyan en el Gólgota de los armenios, Madrid, Encuentro, 2020.

Koldo Salazar ha tenido la suerte de poder entrevistarle para conocer, aún mejor, la profunda y confusa realidad geopolítica de Europa Central.

PREGUNTA: Desde las fronteras de Austria y Alemania hasta Rusia se abre un mundo complejo que resurgió tras la caída de la URSS, países que han tenido un rápido crecimiento económico y han creado instituciones regionales propias dentro de la UE y la OTAN ¿cómo podríamos definir estos países?
RESPUESTA: Son países que han recuperado su independencia y se muestran muy celosos de sus soberanías e identidades, lo que les hace muy críticos al globalismo y a la inmigración masiva de personas originarias de culturas difíciles de asimilar

P: El grupo de Visegrado (organización supranacional formada por países de la UE como Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia) se han convertido en un bloque conservador frente a las políticas de Bruselas ¿temen estas naciones acabar en un estado de postración similar al que sufrieron bajo dominio de la URSS, de ahí su constante defensa de la soberanía y la identidad?
R: En efecto, son países soberanistas y sensibles a influencias externas. En la defensa de su identidad están de acuerdo y sus fuerzas políticas, aunque algunas procedan del socialismo, como SMER en Eslovaquia o del liberalismo como ANO en República checa, sin embargo, defienden una política de Estado que les acerca al discurso patriótico de los conservadores polacos, húngaros y de sus propios rivales políticos en sus países. Bruselas se ha convertido para ellos en un “poder soviético” que amenaza unas libertades duramente conseguidas en décadas de lucha
P: ¿Estaban estos países preparados para entrar en la UE en el primer lustro del siglo XXI, se debería haber esperado más o el objetivo fue captarlos antes que Rusia, sobre todo tras la llegada de Lukashenko al poder en Bielorrusia y el fin de la Occidentalización de Bielorrusia?
R: Era difícil oponerse a una fuerte presión social que intentaba por todos los medios integrarse y equipararse con el nivel de vida de los europeos occidentales y vivir con unos principios que mantenían en clandestinidad y que creían que en occidente seguían perdurando. No obstante, el proceso de absorción acelerada que la RFA ejerció sobre la RDA, sirvió de ejemplo para el resto de los antiguos países satélites de la URSS

P: En el báltico vemos una situación difícil a nivel geopolítico con una actitud beligerante de los países bálticos, hostilidad hacia la población rusa, un mar otanizado y un oblast ruso rodeado totalmente por mar y tierra (corredor de Suwalki) ¿es esta zona un punto caliente de tensión que podría estallar o se encuentra diplomáticamente bajo control?
R: Es un punto sensible, Kaliningrado es un puesto avanzado altamente armado cuya supervivencia en caso de un conflicto depende del control del corredor de Suwalki. El nacionalismo de los países bálticos ayuda a mantener una tensión alta, teniendo en cuenta que su supervivencia depende de su alianza militar con el resto de los países europeos por su pequeñez, lo que hace que su miedo a una agresión rusa en alianza con sus minorías rusas se intensifique

P: Polonia ha tomado muy en serio el liderazgo de la Europa Central, que en el glosario de estos países ya no se definen como Europa del Este (reservado para Bielorrusia y Rusia), ¿es Polonia el líder político de la región y, en breve el hegemón económico en la zona eslava no rusa desde el Báltico hasta el Mar Negro?
R: Ese era el objetivo claro del ejecutivo del PiS, por su extensión y población, es el líder natural de la región y siempre ha pretendido recuperar el puesto central del espacio intermarium. De ahí el ofrecerse como aliado estrecho de los EEUU en la región. No obstante, el actual gobierno del PO, de sentido europeísta se subordina al eje hegemónico franco-alemán.

P: ¿Es la Iniciativa Tres Mares, Visegrado o Intermarium intentos de gestionar el legado geopolítico y cultural de estos estados eslavos occidentales dotándose de infraestructura diplomática e institucional como un factor diferenciador a nivel político, social e, incluso, militar frente al temor de ser absorbidos por Europa Occidental o Rusia?
R: Es un claro diferenciador. El nombre de Visegrado recuerda la lianza de los antiguos reyes de Polonia, Hungría y Bohemia frente al emperador del Sacro Imperio Germánico, por el contrario, el espacio Intermarium que rescato el mariscal Pilsudski en el periodo de entreguerras, pretendía una alianza de países que hiciese frente al expansionismo del bolchevismo soviético. Ambas iniciativas vienen del pasado con el objetivo de convertir a la región en una protagonista con voz de la UE y dejar de ser un elemento secundario del eje francoalemán

P: ¿Cómo ha transformado a estos países la Guerra de Ucrania?, ¿se equivocó Rusia atacando al gobierno de Kiev?, ¿Está Europa Central dividido entre los estados antirusos como Polonia, Moldavia o los estados bálticos y los prorusos de Hungría (Viktor Orban) y Eslovaquia (Robert Fico)?
R: La Guerra de Ucrania ha sido vista como el último capítulo de un expansionismo del nuevo nacionalismo ruso y ha revitalizado sus propias identidades nacionales.
En cuanto a la invasión de Rusia, habría que preguntar qué salida tenía desde el 2014, cuando después de la revolución de color de Maidan, el giro político provocó un choque violento con la comunidad rusófona del oriente ucraniano, la más grande existente fuera de la actual Rusia, y centro del interés del discurso nacionalista ruso.
Existe división, pero más bien dentro de los países externos de la antigua URSS como Georgia, Moldavia o Ucrania con políticos divididos entre la cercanía a la UE o a Rusia. En el caso de Hungría y Eslovaquia es el miedo a una guerra en una zona que los convierte en países limítrofes, cuando cómo países intermediarios podían haberse enriquecido con el tráfico económico entre Rusia y la UE, o sea Alemania en realidad.
P: ¿Cuándo y cómo estima que acabará la Guerra de Ucrania, sobre todo cuando Ucrania ya está autorizada a atacar territorio ruso con armamento y tácticas occidentales?
R: Cuando quienes apoyan a Ucrania decidan abrir negociaciones con una Rusia que se ha adaptado al contexto bélico sin colapsar, pero entregada a una lianza estrecha con China. EEUU es el gran beneficiario económico de la guerra, pero el cambio de titular en la presidencia puede ayudar a cambiar el eje de choque al pacífico, apagando el mantenimiento de un conflicto bélico en Europa y favoreciendo un posible alejamiento de Rusia de su actual aliado
P: Junto con el conflicto ucraniano se activó de nuevo, y con fuerza por parte de Maia Sandu, Presidenta de Moldavia, el esfuerzo para entrar en la UE y la OTAN ¿supone un riesgo de guerra entre Rusia, en defensa de Transnistria y Moldavia?, ¿podría Moldavia perder más territorio si Gagauzia activa sus mecanismos legales, reconocidos en la constitución moldava y empeorar Chisinau su posición?
R: Moldavia es un país que necesita un claro marco amplio para su desarrollo, sea la UE a través de su vecindad con su hermana cultural y racial Rumania o con Rusia, con la cual ha compartido un siglo de convivencia. Un alejamiento hacia occidente claramente significará el secesionismo activo de Transnistria eslava y Gagauzia que buscarán repetir el modelo de los osetios y abjasios en la Guerra de Georgia del 2008.

P: Si Polonia es el hegemón en la zona central norte, en la zona sur es Rumania, por su tamaño, industria y capacidad de desarrollo, así como por su posición geográfica, de hecho, posee una de las bases más importantes de la OTAN ¿Se está convirtiendo la zona oriental de Europa en un colchón de contención contra Rusia?
R: Claramente, Rumania por su tamaño es un líder natural y a diferencia de Polonia con el antiguo gobierno del PiS, ha buscado una relación estrecha con las instituciones europeas. Ambos países se han convertido en los puntos de contención aéreo, marítimo y terrestre de fuerzas de contención rápida.
P: Hemos visto muchas crisis de refugiados asiáticos y africanos asaltando las fronteras de Grecia y Bulgaria desde Turquía, la de Italia desde Libia o las de España desde Marruecos, pero nunca que refugiados asiáticos sitien la frontera entre Polonia y Bielorrusia ¿de dónde han salido estos refugiados y cómo el gobierno de Minsk, caracterizado por su control y contundencia permite estas oleadas contra Polonia?
R: Las sociedades que pierden su homogeneidad son más maleables y las mafias con la ayuda de ongs con orientaciones políticas favorecen claramente un tráfico humano inhumano que se completa con legislaciones contrafamilia que nadie se explica. Los flujos ilegales de inmigración se han convertido en una nueva arma hibrida y el gobierno de Minsk como el de Rabat en el sur, claramente los usan en su provecho, contando con la complicidad de quienes se benefician de esta nueva esclavitud del siglo XXI.