El siglo XXI será muy importante para Arabia Saudí debido a la consolidación y a las relaciones de buena vecindad con los países Occidentales, en este período se sucederán tres reyes.
El rey Fahd bin Abdelaziz, durante este periodo el rey estrecharía lazos con Estados Unidos, sobre todo después de que aceptó la ayuda estadounidense en detrimento de Al Qaeda cuando se vieron en peligro de invasión por parte del gobierno de Saddam Huseyn, a principio de la década de los años 90, cuando informes de inteligencia de la C.I.A situaban contingentes militares iraquíes en la frontera con Arabia tras la invasión de Kuwait. En aquel momento el Rey Fahd autorizó la entrada de Estados Unidos en territorio Saudí (antigua Hiyaz).
Arabia se concentrará en tres factores
–Primero: Estrechar lazos con Occidente a fin de obtener protección y prerrogativas para actuar a cambio del suministro constante de energía;
–Segundo: Contener a Irán, un estado confesional chiíta que se había consolidado como eje central del chiísmo Islámico y al mismo tiempo luchaba por contener los regímenes socialistas laicos de Oriente Medio como Siria o Iraq. Todo ello para reforzar su poder como potencia central en Oriente Medio ya que rivalizaba con Irán y con Turquía;
–Tercero: La familia Saud se convirtió en la casa financiadora de los grupos islamistas que por orden de USA luchaban e intentaban oradar los cimientos de las naciones rivales a la hegemonía de Estados Unidos, un claro ejemplo es el líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, saudí de origen yemenita y miembro de una de las familias más ricas de Arabia, los Bin Laden, con conexiones comerciales con los Saud y con los Bush, y que luchó contra los soviéticos en Afganistán, más tarde la presencia de Ibn al Jatab, Saudí también, entre los milicianos chechenos durante la I y la II Guerra del Cáucaso Ruso-Chechena sería el encargado de repetir la jugada de Bin Laden en Afganistán introduciendo entre los Chechenos el Wahabismo frente al Sufismo que practicaban.
Con la muerte del rey Fahd en 2005
Le sucede su hermano Abdalá bin Abdelaziz al-Saud que gobernará hasta 2015, en este periodo de diez años. El nuevo rey buscará aumentar su influencia en Oriente Medio, y en todo el mundo Islámico, estrechando los lazos con los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Qatar, intervendrá militarmente en Bahrein para contener la rebelión de los chiítas bahreiníes en el contexto de la primavera árabe e iniciará un proceso de ayuda a grupos terroristas como Al Qaeda en Siria (denominada Jabat al Nusra), así como al ELS y más tarde al terrible Estado Islámico.
En Egipto, Arabia apoyará a los Hermanos Musulmanes, pero perderá influencia en el terreno debido a las derrotas en Iraq y en Siria así como al aumento del peso de Hezbollah y de Irán, que negociará un acuerdo muy provechoso con Estados Unidos para poner fin al programa nuclear iraní, al mismo tiempo Arabia intentará acercarse aún más a Estados Unidos, que si bien sostiene a su aliado ya no es tan determinante como antes debido a que gracias a la practica del Fracking Estados Unidos ha aumentado su producción de petroleo, convirtiéndose en uno de los grandes exportadores de petroleo del mundo. Al mismo tiempo el aumento de la influencia Rusa en Oriente Medio en detrimento de Estados Unidos va conteniendo a Arabia, que durante el gobierno de Abdalá bin Abdelaziz al-Saud va perdiendo credibilidad al demostrarse los acuerdos de cooperación existente con Israel.
En el año 2015 llegará al trono Salmán bin Abdulaziz
Será el tercer rey que gobernará en Arabia hasta ahora, el sistema monárquico saudí es una gerontocracia, en este momento la geopolítica se volverá mucho más agresiva ya que tanto él como su hijo, el príncipe heredero sustituto Muhammad bin Naif bin Abdulaziz Al Saud, endurecerán la política interna de represión contra los chiítas ejecutando al prominente Sheij saudí Mohamad Bakr al Nimr al considerarlo que cometía un delito de sedición al pedir, de forma pacífica, más derechos para su confesión religiosa, su sobrino Alí Nimr acabará en prisión así como se confirmará la condena a Raif Badawi por cuestionar tanto al gobierno como a la religión islámica.
Al mismo tiempo el aumento de las ayudas a grupos terroristas en Siria, Iraq, Yemen y Libia es una realidad que incomodará incluso a sus aliados, al mismo tiempo el ministro de asuntos exteriores Adel al-Jubeir amenazará a Siria y se involucrará, en contra del derecho internacional, en la guerra civil de Yemen invadiendo el país junto con el ministro de defensa Muhammad bin Naif bin Abdulaziz Al Saud, en este periodo lucharán contra la milicia chiíta Yemení «Movimiento Ansarullah» que tenía el apoyo del antiguo Presidente del país Ali Abullah Salé, Arabia mostrará su mano dura atacando con armas prohibidas, bombas de racimo y fósforo, a la población civil y a objetivos prohibidos por el Derecho Internacional.
Pero la estrategia de los Saud, que consiste en derrocar gobiernos para sustituirlos por gobiernos afines a Occidente y a Arabia Saudí, mediante la instauración del Wahabismo cuando no derrocar gobiernos para sustituirlos por grupos terroristas se ha mostrado ineficaz debido al desastre de la política exterior saudí que está siendo derrotada en Yemen, Iraq, Siria y Libia, perdiendo el apoyo de decenas de países, el último ha sido Turquía debido a su acercamiento a Rusia y a Irán en todo lo relativo a la política en Siria tras el golpe de estado, de hecho debido a esa ruptura Turquía ha sido amenazada con ser expulsada de la OTAN y su presencia en la Unión Europea ha sido desestimada sin retorno, por lo que el aliado circunstancial de Arabia también se ha retirado del bando, de hecho tropas Turcas han participado en combates contra el Estado Islámico (así como con los kurdos), dejando a los terroristas del ISIS, del ELS y Al Nusra abandonados debido a que Turquía ahora afronta un grave problema interno, la infiltración Wahabista y el alzamiento Kurdo.
Al mismo tiempo la influencia de Arabia se está perdiendo a favor de una renovada Irán que ha sido capaz de influir en los gobiernos de alrededor. Mientras que Arabia está cada vez más comprometida en el panorama internacional debido a las constantes denuncias por apoyar el terrorismo internacional y violar los derechos humanos.
La desastrosa política internacional saudí se refleja también en el cada vez mayor cuestionamiento de su sistema interno de apartheid religioso que discrimina a los chiitas por un lado y a las mujeres por otro en un apartheid de género que ha visto una mejora con el levantamiento de la política de prohibición de conducir a las mujeres.
Sin embargo la doctrina Salmán, basada en el terror dentro de su territorio con casos flagrantes como la detención, condena y tortura de Raif Badawi por escribir en un blog, de Loujain Alhathoul por pedir la igualdad de la mujer o la tortura y asesinato del periodista disidente refugiado en Estados Unidos Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul se traduce por varias características. El primero es el desprecio total a la comunidad internacional y a la soberanía de los estados pero, también, a un exceso de confianza amenazando a los estados que les sancionen por el asesinato de Khashoggi (amenaza que se hizo extensiva para Estados Unidos).
Sin embargo, tampoco podemos olvidarnos que las garras de la doctrina Salmán o doctrina del terror se hace sentir en Oriente Medio a través del uso de aliados interpuestos en guerras subcontratadas con grupos yihadistas pero, también, mediante la promoción de ideologías tóxicas como el Wahabismo dentro y fuera del mundo islámico. (Foto: Bahrain Ministry of Foreign Affairs)
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Un comentario en “Arabia Saudí y su desastrosa política exterior”